La dirección del Centro Especial de Empleo Apta va a recurrir a una reducción de la jornada laboral y de los complementos salariales de los trabajadores que tiene ocupados en la nave de Roces. La reducción es "inminente" y tendrá un carácter "transitorio", según explicó la Asociación de Padres y Tutores de Antiguos Alumnos del Sanatorio Marítimo a los padres en una carta que les remitió el pasado 10 de diciembre. La asociación es actualmente el socio único de Apta, tras la salida del accionariado del grupo Ilunion (la corporación industrial de la Once).

Los trabajadores discapacitados que hay en la nave de Roces son los que mayores dificultades tienen para realizar nuevas tareas por su nivel de discapacidad. Hasta ahora se dedicaban al empaquetado de caramelos para una empresa gijonesa, cliente que ha reducido sus encargos. Esa disminución de la ocupación es lo que ha llevado a Apta a plantear la reducción de jornadas, a la par que está negociando con varias entidades contratos para poder encargar tareas a estos operarios.

Paralelamente, Apta también está planteando aligerar su plantilla mediante medidas no traumáticas, con jubilaciones o incapacidades permanentes de un número importante de sus trabajadores. Un tercio de la plantilla de Apta se encuentra en edad de jubilación. Los trabajadores que superen un 54% de nivel de discapacidad pueden acceder a la jubilación ordinaria con 52 años. En la práctica, buena parte de la plantilla podría acogerse a la jubilación, pero a los 54 años (además de exigir un grado de discapacidad, la ley también establece haber cotizado un mínimo de años con ese grado de discapacidad). De los 185 trabajadores de Apta, 155 son discapacitados psíquicos y de estos últimos, 48 superan los 50 años de edad. El acceso a la jubilación con las condiciones señaladas no es obligatorio, sino que lo tiene que solicitar el propio trabajador.

La otra vía que quiere explorar Apta para reducir su plantilla es la de que parte de sus trabajadores obtengan una pensión por incapacidad laboral. Para ello, el centro especial de empleo espera contar con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón, en concreto para que les subvencione la contratación de un técnico experto en asuntos laborales y de discapacidad, que ayude a las familias a tramitar las actualizaciones de los grados de discapacidad de los trabajadores del centro especial de empleo, tanto para los que quieran obtener una incapacidad laboral como para los que al revisar sus grados de discapacidad puedan adelantar la edad a la que se jubilen. El pasado lunes representantes de Apta mantuvieron una reunión en el Ayuntamiento en la que trasladaron esta propuesta al gobierno local.

La asociación de padres también ha solicitado el apoyo de los familiares de los trabajadores para mejorar los rendimientos de estos. En la misiva dirigida a los padres piden que conciencien a los trabajadores de la necesidad de "ser flexibles en los cambios de turno que deban darse por causas justificadas de producción", además de animar a los trabajadores para que sean puntuales y acudan a la fábrica con ánimo colaborador para mejorar la productividad.