Era lo previsto en Emtusa para 1992, el billete ordinario pasaba de costar 70 pesetas e incluso se preveía subirlo hasta 85 pesetas, pero esa ya en 1994. Tenía Emtusa un plan de viabilidad "como medida de saneamiento de la empresa". Comentaba la noticia que era uno de los billetes más baratos de España (en Madrid, 115; en San Sebastián, 65...) y que se pretendía ajustar la plantilla, captar nuevos viajeros, poner 100 marquesinas y aumentar la flota de autobuses.