Tras la "superluna" de los últimos días, las bajamares, de 2,2 metros, mostraron una imagen peculiar en los arenales de la ciudad -como se aprecia en la imagen- con un nivel escaso de agua en Poniente, que dejaron al descubierto rocas que habitualmente no se ven. También en el puerto deportivo se dejó sentir el efecto de una inusual bajamar .