El informe de alegaciones al Plan General de Ordenación (PGO) se retrasará, tal y como se comunicó a los grupos de la oposición en la última comisión de Urbanismo. Su entrega, que ya acumulaba demora, estaba prevista para este mes y el equipo redactor anunció que necesitará unas semanas más para finalizarlo, aunque adelantó documentos para dar a conocer en qué sentido está siendo elaborado un informe cuya retraso puede estar relacionada con el notable número de alegaciones recibidas: 1.460 en total, que se dividen por ámbitos en 347 relativas a la zona urbana, 1.030 relativas a la zona rural, y 83 de carácter general. El volumen de alegaciones es muy parecido al del anterior plan, que recibió 1.498 en total y terminó anulado judicialmente.

Los redactores del PGO no se manifiestan sobre algunas alegaciones, especialmente las relativas a los temas que más debate suscitan, como el uso que se le debe dar al suelo de los antiguos astilleros de Naval Gijón. Respecto a este tema, y otros de gran calado, se limitan a marcarlos como cuestiones de "decisión política", que deberán acordar los grupos del Ayuntamiento.

Sin embargo, el equipo encargado de la elaboración del nuevo planeamiento urbanístico sí muestra posturas firmes en otros asuntos. Es el caso del tratamiento que debe dar el nuevo PGO a las zonas que ocupan actualmente el Tallerón de Duro Felguera y el astillero de Armón (antiguo Juliana). Los autores del documento aprobado inicialmente insisten en la conveniencia de contemplar la futura reconversión de ese suelo, que actualmente sirve para mantener la actividad industrial más importante que sobrevive en El Natahoyo en forma de astilleros (Armón) y calderería pesada (Tallerón).

Los redactores del PGO proponen rechazar en este sentido la alegación del PSOE que pedía garantizar el futuro del uso industrial que tienen en actualidad los terrenos del Tallerón y de Armón, retirando las fichas urbanísticas que se plantean en el PGO inicial y que califican estos suelos como "industrial transformable". Este cambio implica que podrían perder su uso industrial en un futuro a través de una modificación puntual del PGO para iniciar un nuevo desarrollo urbanístico en la zona. El PSOE advierte en su alegación que ello "genera expectativas a los propietarios del suelo". Tanto el Tallerón como buena parte de los terrenos de Armón son una concesión portuaria que vencerá en 2023.

En el borrador del informe de alegaciones, los redactores del PGO recalcan que en ambos casos -Tallerón y antigua Juliana- la reconversión se remite al desarrollo de planes especiales. En Juliana se podrían construir unos 60.000 metros cuadrados y se "deberá definir hacia que uso destinarlos en función de la conveniencia y oportunidad de la operación". Y matiza, para intentar tranquilizar a los que le preocupa el futuro del astillero, que "sería el último ámbito en desarrollarse". En cuanto a los futuros usos, serían compatibles los de servicios terciarios, comercial y dotacional. Respecto al Tallerón, el equipo redactor mantiene que "se convierte en uno de los espacios de mayor valor añadido de la ciudad", por lo que considera que habrá que ligarlo a "servicios y dotaciones". Se podrían construir 36.000 metros cuadrados. Curiosamente, en este último caso señala expresamente que "nunca será admisible el uso residencial", algo que no figura para el terreno de Armón-Juliana.