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JUANMA ROMERO | Periodista, director del programa de Televisión Española "Emprende"

"Todo el mundo dice que hay que emprender, y es falso: hazlo si tienes capacidad para ello"

"Carismáticos de nacimiento no he conocido a ninguno; el carisma es algo que se aprende: a sonreír, a mirar a los ojos, a saludar dando la mano, a saber decir que no..."

Juanma Romero, ayer, en Gijón. JUAN PLAZA

Juanma Romero es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Periodismo Electrónico por el Grupo Recoletos. Periodista de TVE desde 1985 ha tenido responsabilidades en los telediarios de TVE, entre 2007 y 2012 ha sido editor de informativos de Canal 24 Horas y, posteriormente, director de "Los Desayunos de TVE". En la actualidad es el director y presentador de "Emprende" y "Emprende Digital". Ayer pronunció la conferencia inaugural en la feria Astur Franquicia, titulada "Carisma y visibilidad: dos necesidades para el emprendedor".

-¿Qué se necesita para emprender?

-Lo primero es sentido común, saber que cuando tú vas a emprender lo hace toda la familia. No la metas en un brete y la dejes arruinada porque creas que el negocio te va a solucionar todo en la vida y luego resulte que no, y dejes a la familia empeñada. Hay que ser muy prudentes, ahora le ha dado a todo el mundo por decir que hay que emprender y eso es mentira: tú tienes que emprender si tienes capacidad, si no la tienes no puedes hacerlo. Hay que ser resolutivo, saber ejecutar, coordinar equipos, delegar... Si tú no tienes todo eso la única forma de emprender con éxito es un golpe de suerte, como si te tocara la primitiva, pero en el 99,9 por ciento de los casos no funciona.

-¿Con carisma se nace o el carisma se hace?

-El carisma se hace, y yo enseño a la gente a ser carismática. Por ejemplo, una sonrisa bonita es una entrada hacia los demás para que nos vean de mejor manera que si tuviéramos una cara seria y adusta. Hay que saber sonreír, mirar a los ojos, saludar, hacer la técnica del espejo, saber movernos en un escenario, conseguir que los demás se sientan interesantes cuando están hablando con nosotros... No se trata de ser interesante uno mismo, sino de que el otro se sienta interesante. Todo eso es el carisma y ayuda a montar el negocio. La diferencia entre una persona carismática y otra que no lo es, es la diferencia entre un emprendedor al que están llamando los bancos a su puerta para darle dinero y otro que va de rodillas mendigando que le den un préstamo.

-¿Todo el mundo puede aprender a ser carismático?

-Carismáticos de nacimiento no he conocido a ninguno. Y tenemos que tener en cuenta que también hay carisma bueno y carisma malo, Hitler era un tipo muy carismático, al igual que Stalin. Hay muchos dictadores carismáticos. Y luego está la otra parte; los papas, sólo por el hecho de serlo, se convierten en carismáticos, al igual que ocurre con los presidentes de un país en su respectiva área de influencia. Y todo esto se aprende, no todo en un día, pero se puede aprender poco a poco a sonreír, a mirar a los ojos, a saber decir que no, a dar la mano y mirar a los ojos durante tres segundos, cómo saber retirarse...

-¿Ayuda a dar visibilidad?

-Por supuesto, si yo quiero salir en el periódico y voy con cara de mala leche lo tengo más complicado que si voy con una sonrisa.

-Las buenas ideas siguen siendo el fundamento...

-Yo todos los días tengo tres magníficas ideas, pero no tengo a nadie que pague por ellas, con lo cual van a la basura todos los días. Tener una buena idea está muy bien, pero tenemos que tener a alguien dispuesto a pagar por ella. Si lo hay, adelante, y si no, mejor dejarlo.

-¿Son las franquicias un buen punto de partida para emprender?

-Es buena idea porque normalmente si se trata de una buena franquiciadora te lo dan todo casi hecho. A McDonalds no le interesa poner una franquicia en un sitio donde pueda cerrar al año siguiente, porque da mala imagen. Ya se van a asegurar ellos de que, en primer lugar, pagues la cuota, que es lo que les interesa, pero también de que no cierres, de que te vaya a ir bien. Y eso pasa con todas las franquicias.

-¿Qué consejos da a quienes quieran emprender?

-Yo nunca doy consejos, porque es como obligar a alguien a hacer algo. Prefiero dar opiniones, pero en cualquier caso, un emprendedor debe tener en cuenta, si se va a lanzar a la piscina, que esa piscina tenga agua, y que sea suficiente, y que de pequeño aprendió a nadar. Si va a pedir dinero a su familia, que se asegure de que si fracasa no los deje en la calle. Más del ochenta por ciento de las empresas fracasan en los dos primeros años.

-¿Cómo ayuda el carisma cuando llega el fracaso?

-Uno tiene que darse cuenta de que si fracasa, puede volver a intentarlo. O quizás no. En Estados Unidos, por ejemplo, es habitual que un emprendedor monte una empresa, le dejen dos millones de dólares y fracase, y monte otra y le vuelvan a dejar dinero. Y eso es porque esa persona sabe venderse bien.

-¿Es Donald Trump un ejemplo de cómo manejar el carisma?

-Lo ha manejado muy bien, y ha manejado muy bien las redes sociales. Ha dicho lo que le ha dado la gana, y le ha pasado una factura positiva porque lo que quería era revolucionar, y lo ha conseguido. A él le daba igual porque lo tenía todo perdido, tenía en contra a todo el mundo: a la prensa, a su propio partido, y al final ha triunfado porque es un tipo carismático. Sabe manejar los medios, le da igual lo que diga, ha insultado a quien le ha dado la gana, lo cual no está bien, pero le ha dado buen resultado. En España tenemos también otros ejemplos de carisma bien utilizado en beneficio propio, como podría ser Risto Mejide. A lo mejor por la calle le pegarías dos tortas, pero su modelo de negocio es eso, crear discusión y debate, y eso le da dinero. Trump ha buscado su modelo, el de ir a por todos. Y ha ganado, nos guste o no.

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