Es el único director español con película en la sección oficial de la quincuagésima cuarta edición del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX), así que había interés por conocer las claves que ha manejado el orensano Ignacio Villar en "Sicixia", la obra con la que compite por alguno de los premios gordos del certamen asturiano. Y llegó acompañado por los dos principales actores de la cinta, Marta Lado -galardonada como mejor actriz en la última cita de Cinespaña, en Toulouse, por este trabajo- y Monti Castiñeiras. Un equipo gallego para una historia que transpira el paisanaje y el paisaje de la Costa da Morte.

Villar, conocido por trabajos como "Vilamor" o "A esmorga" (esta última basada en la novela homónina de Blanco Amor se pudo ver en Gijón hace dos años, en el Arcu Atlánticu), hizo ayer una defensa del cine como arte alejado de los modelos usuales que se transmite desde Hollywood e industrias adyacentes: "No es ocio, lo que tiene de interesante es cómo ver las cosas y su fundamento emocional; hay que vivirlo como una experiencia".

"Sicixia" ha provocado un cierto debate por sus costuras documentales y por la compleja, vívida suma de impregnaciones ambientales que marcan la cinta. Muy importante es por ejemplo el sonido, que se convierte en un personaje más. "La película es una ficción que se sumerge en la realidad; hay actores que se interpretan a sí mismos", explicó Villar. Éste confesó que detrás de la obra hay "muchas horas de grabación" para conseguir esa "espontaneidad" buscada. "Ese trabajo que parece documental es, en realidad, también ficción; lo que he hecho es utilizar todos los elementos de la Costa da Morte".

Un trabajo que pudo desarrollar, según indicó el cineasta gallego, gracias a las posibilidades que brinda la grabación digital: "La revolución que se ha producido en los últimos años es enorme; con esta película he tratado de ver, también, qué nos puede dar el digital". Y añadió Villar: "Somos contadores de historias y debemos utilizar la tecnología para estar con el presente".

Las grabaciones de los sonidos de la Costa da Morte es un ejemplo de esa labor. "Con veinte años recorrí esos lugares durante quince días, y lo que me quedó de aquel viaje fueron los sonidos", dijo Villar. Y de ahí otra formulación de lo que le interesa del cine: "La posibilidad de revivir lo vivido; transmitir todo lo que me aportó esa gente y ese espacio". El realizador acudió al fondo documental del Archivo Sonoro de la Xunta de Galicia. "Una de las dificultades fue el montaje, la mezcla de esos sonidos; a partir de ahí cambiamos incluso una parte de la historia", agregó.

"Sicixia" cuenta la historia de Xiao (Monti Castiñeiras), un ingeniero de sonido que recorre la Galicia recóndita, y de Olalla (Marta Ledo), una recolectora de algas. "La construcción del personaje fue larga en el tiempo, pero tenía claro cómo hacerlo porque tenía muchos referentes", contó la premiada actriz. Confesó que se inspiró en algunas de las escenas interpretadas por Meryl Streep en "Los puentes de Madison". No fue difícil", manifestó, por su parte, Monti Castiñeiras, para quien hay "muchas Galicias".

Villar apuesta por el uso de la lengua gallega en sus obras. Ayer argumentó en favor de esa decisión desde varias perspectivas: "Tenemos un grave problema, y es que el idioma corre un peligro de desaparición; creo que el cine es un instrumento necesario para tomar conciencia de esa situación". Y otro argumento en favor de la utilización de ese concreto registro lingüístico: "El gallego tiene variedades, una riqueza que debemos emplear; que el cine documente todo eso es de gran importancia".

El director de "Sicixia" hizo referencia, por otro lado, a la introducción en la película del asunto de la violencia de género. Y cómo esa parte de la historia se fue engranando en la cinta casi por la necesidad de "experimentar la libertad de la creación". "Hay que saber dejarse llevar en muchos momentos por lo que te están contando las gentes del lugar y el mismo entorno en el que estás grabando", afirmó.

Villar puso de relieve la "gran importancia" de la mujer en la vida diaria de la Costa da Morte. El papel interpretado por Marta Ledo es, de alguna manera, un trasunto de esas féminas fuertes, trabajadoras, de una zona del noroeste en la que los hombres se hacen a la mar durante meses. Y el director hizo una apología de la cultura popular, que tiene aún "voz"en Galicia: "¿Qué contaremos si un día desaparece?".