Un plato de caviar acompañado con un vermú o una crema de pepino casada con un negroni, son algunos de los maridajes que Marcos Morán, cocinero del restaurante Casa Gerardo, con una Estrella Michelin y Borja Cortina, bar tender de la coctelería Varsovia, ofrecieron a los curiosos que acudieron a su show coocking, evento con el cual daba comienzo el certamen "Gijón se Come".

Este evento, "no es un festival gastronómico más", afirmó Ana Rellán, directora del certamen, "en estos tres días se unirán gastronomía, divulgación y actividades lúdicas". "Gijón se Come", que estará abierto todo este fin de semana en el Pabellón Central del Recinto Ferial Luis Adaro, contará con la presencia de "más de 20 chefs de primerísimo nivel, varios de ellos con estrellas Michelin, blogueras especializadas en el sector y de una treintena de expositores y food trucks", aseveró Rellán.

El chef Marcos Morán fue más allá, al asegurar que "cuando me dijeron si quería participar pedí únicamente que se hiciera algo que nunca antes se había hecho en Asturias" ya que "aquí se hacen muchos eventos gastronómicos que ofrecen un gran beneficio económico, pero esto va más allá, esto es cultura, futuro, una versión diferente, que lo que hace es agrandar la imagen de Gijón", enfatizó el asturiano.

Precisamente Morán aunó su bagaje profesional con otro alquimista gastronómico como es el barman Borja Cortina. Juntos, realizaron un show coocking en el que hicieron casar platos "que tengo en casa" como Morán llama a su restaurante, con cócteles realizados por Cortina, todo ello en directo y previa explicación a los presentes, que pudieron disfrutar de la elaboración.

Así, ambos gastrónomos aunaron "cocina tradicional y de vanguardia", toda ella representativa de la región y las sensaciones que lleva aparejadas. "La clave de un buen maridaje es el respeto por el producto, sin mancharlo ni enmascararlo", señaló Cortina, "además de ayudar al cliente a volver al plato con cada trago que paladee". De ese modo, el coctelero elaboró, además del vermú y el negroni, un whisky aliñado con sidra de hielo que acompañó a una elaboración a base de bogavante de Morán y un pisco con un toque de picante que casó con un cogollo meloso de lechuga con pil pil de merluza. Una experiencia culinaria que dio el pistoletazo de salida al evento gastronómico más ambicioso del año.