La junta directiva del Real Grupo de Cultura Covadonga, que preside Antonio Corripio, logró ayer por un exiguo margen enmendar las cuentas del ejercicio 2015 que había presentado la anterior directiva de Enrique Tamargo. La asamblea del Grupo había rechazado en abril, a propuesta de la directiva actual, las últimas cuentas presentadas por Tamargo con beneficios. La mayoría de la asamblea aprobaba anoche un resultado de pérdidas para esas cuentas, en base a una nueva auditoría encargada a Llana Consultores.

La división entre los asistentes a la asamblea era palpable. De los 410 socios que votaron anoche en el Palacio de Congresos, donde tuvo lugar el acto, 225 respaldaron la nueva formulación de las cuentas de 2015, lo que representa poco más de la mitad de los asistentes (un 54,58%). En contra se posicionaron 169 socios y otros 16 optaron por la abstención.

La asamblea comenzó en tercera convocatoria a las ocho de la tarde con un informe del presidente, consensuado con su directiva, en el que enumeró "hechos" con los que se encontraron al tomar las riendas del club, como los gastos derivados del conflicto por la fusión con el Centro Asturiano de la Habana, el desfase de 250.000 euros entre la indemnización pagada por Acciona y lo que al Grupo le costó realmente rehacer el Pabellón Verde, la situación de los trabajadores del club y la negociación con Ganax para adquirir terrenos del Club Hípico Astur.

A pesar de que Corripio insistió en que sólo se trataba de "diferentes criterios contables" y no de cuestionar la "honorabilidad de la anterior junta directiva", su exposición dejó el terreno abonado para las duras réplicas que formularon miembros de la directiva de Tamargo y para los reproches que lanzaron a estos últimos antiguos socios del Centro Asturiano y otros críticos con su gestión en el primer punto del orden del día en el que pudieron tomar la palabra, el referente a las cuentas de 2015, que pudieron votarse a las once de la noche, después de tres horas de asamblea.

Tamargo fue uno de los últimos socios en intervenir, justificando las decisiones de su ejecutiva frente a lo expuesto por Corripio y por otros socios. Defendió la compra de una finca anexa al Grupo para ampliar el aparcamiento y que en la misma se pueden hacer hasta 90 plazas a pesar de que se está catalogada por el Ayuntamiento como jardín histórico; negó que bajo su mandato hubiera un "gasto incontrolado", logrando aumentar el número de cursillistas de 2.500 a 6.000 con un mayor incremento de ingresos por ese motivo que de gastos de personal y recordó que dejaron en tesorería 2,5 millones de euros a la nueva directiva. También defendió la negociación con Acciona sobre los defectos de construcción del Pabellón Verde y que los costes superiores de la reparación se debieron a "múltiples defectos graves" que aparecieron posteriormente. También se aferró a una sentencia de marzo pasado para justificar que la fusión con el Centro Asturiano no podía efectuarse tal como fue planteada.

El tono de Tamargo fue moderado, a pesar de que señaló que "a veces es difícil no calentarse". Otros integrantes de su directiva si fueron más punzantes en sus intervenciones: Jorge Fernández del Río empezó su intervención diciendo que no tenía intención de "criticar lo que han hecho con el Pabellón de Tenis, las fiestas del Grupo, la conflictividad con los empleados o que a ustedes les interesa más hacerse fotos con políticos" que otra cosa, para pasar a espetar a Corripio que "está secuestrado por el Centro Asturiano, a los que debe la presidencia" y tacharle de "presidente pancartero, por sacarse fotos con un informe de auditoría". Del Río, que cuestionó la empresa elegida para auditar las cuentas, subió el tono acusando a Corripio de hacer "juego de trilero" para cambiar las cuentas de 2015, al incluir una provisión por pérdidas en relación al Centro Asturiano, "una entidad que no está fusionada" con el objeto de "mancillar nuestra gestión".

La respuesta de Corripio fue instar al notario que levantaba acta para que tomara nota de "todas las faltas de respeto, que van a pasar por la Comisión de Régimen Interno" y calificar de "desvergüenza" que le acusen de falsedades "cuando ustedes fueron condenados por ocultar información a la asamblea de 2009 para influir en el voto de los socios" que entonces aprobaron bloquear la fusión con en Centro Asturiano que había sido aprobada por otra asamblea en 2006.

Las cuentas de 2015 pasaron de 50.000 euros de beneficios a 15.000 de pérdidas fundamentalmente por la inclusión de provisiones para gastos de abogados y gastos de la puesta en marcha de las sedes de Mareo y Begoña, tras la fusión con el Centro Asturiano, cuestiones ambas que la anterior directiva considera que no debería de tenerse en cuenta. Uno de los exdirectivos de Tamargo, Enrique Pañeda, advirtió de la pérdida de credibilidad ante los socios que puede acarrear el cambio en la contabilidad, cuando de la confianza del socio depende el 90% de los ingresos del club.

Entre las intervenciones críticas con la gestión de Tamargo destacó la de Gabriel Pérez, quien fuera portavoz de la plataforma de socios del Centro Asturiano, quien trajo a colación la compra por 840.000 euros de la "Quinta Olivarre o finca La Torriente" para aparcamiento, pese al informe municipal que la cataloga como jardín protegido y también reprochó al expresidente que pactara con Acciona una indemnización de 1,7 millones de euros por el Pabellón Verde, tras haber ganado el pleito con un informe pericial que cifraba la reparación en 2,1 millones.

Ante las alusiones de algunos socios, el expresidente del Centro Asturiano, Marco Tuñón, señaló que la minuta de los abogados propios le costó más al Grupo que lo que han tenido que abonar al abogado que representó al Centro Asturiano en los pleitos por la fusión.

Sobre si el Grupo puede disponer de los bienes del Centro o no, fue otro de los asuntos en los que se enredaron los asistentes a la asamblea. Mientras, Felipe Aller Celemín anunció que impugnará la asamblea, y Mariano de la Puente apuntó que eso era posible por el poco plazo con que se informó a los socios de las nuevas cuentas de 2015. Al cierre de esta edición, los socios debatían los siguientes puntos del orden del día sobre presupuestos de 2016, creación de nuevas secciones de billar y bolos y modificación de los estatutos incorporando secciones.