Gaspar Muñiz (Oviedo, 1978) es el cura de las parroquias de Colunga, Libardón, Pivierda, La Riera, Pernús, La Llera y San Juan de Duz. Ha organizado, junto con la comisión de festejos de Loreto, el I Festival de cervezas monásticas de Navidad de Colunga, que comienza esta tarde (20.00 horas) en el parque Hernán Pérez Cubillas. Ofrecerán, hasta el domingo cervezas de tradición monástica, comida centroeuropea y dulces navideños hechos en la parroquia. La recaudación irá destinada a mejoras en el patrimonio cultural de los pueblos.

-En Cabranes, su destino anterior, ya organizó un festival de tortos y picadillo y en Oviedo un festival de música sacra, entre otras iniciativas. ¿De dónde le viene esa inquietud?

-Siempre me gustó hacer cosas para que la gente tuviera experiencias nuevas. Creo que es importante, ofrecer cosas que a mí me ha hecho bien. Por ejemplo, me ha hecho mucho bien conocer el mundo de las cervezas navideñas, estudiar música y conocer unos curas excepcionales, Alfredo de la Roza y Andrés Pérez. Fue a raíz de conocerlos como me hice cura. Por otra parte, el corazón se me ilusiona fácilmente y, si a eso le unes un poco de creatividad, sale.

-¿Son cuestiones como las cervezas navideñas y la música necesarias para atraer a más personas a la Iglesia?

-Con el paso de los siglos los curas hemos conseguido vincular religión a moral, a hacer o no hacer, el pecado o no pecado, cuando la religión es una forma de vivir y entender la vida. La música forma parte de vivir, si no hay alegría no hay música y viceversa. La comida y la bebida forman parte de la alegría, de la vida, del disfrutar de la compañía y eso es religión también. Este tipo de iniciativas, que pueden ir desde un concierto, un festival de cervezas, pasando por mil historias de diferente pelado, son formas de evangelizar poniendo de relieve que religión es mucho más que pensar si mirar el culo de una chica es pecado o no. La fe es una forma de vivir. Benedicto XVI lo intentó con todas sus fuerzas, "el culto y la cultura". La cultura no es solo las tallas del siglo XIII. La cultura lo abarca todo, es una forma de entender el mundo.

-Habla un cura poco convencional, ¿sería interesante que la institución eclesiástica interiorizara estas cuestiones?

-A veces se ha buscado una uniformidad en el clero, una imagen, y eso ha conseguido muchas veces cercenar iniciativas culturales. Por otro lado, también creo que en la Iglesia en general hay mucha cultura y, sin embargo, parece que eres menos cura si eres músico, menos cura si eres escritor. Sánchez Adalid, un "best seller" en España, es cura de pueblo. Parece como que eres menos religioso. No entendería mi vida sin ser sacerdote, como no la entendería sin música, sin amor, sin amigos, sin libros? Es parte de un todo y eso no lo hemos sabido transmitir.

-¿Conecta esto con la falta de vocaciones?

-Creo que faltan vocaciones a todo. La gente hoy no se pregunta qué quiere ser o qué le va a dar la felicidad, sino dónde puede trabajar o cobrar más. Si ese es el planteamiento raíz, como cura no vas a ganar un duro y no vas a ser una persona muy importante porque te va a poner verde todo el mundo. Si no es por la felicidad, no merece la pena.

-¿Influye el celibato de los sacerdotes?

-No creo que el celibato sea el problema real. El problema quizás de todo esto es que la Iglesia y los curas tenemos que parar y plantearnos si lo que estamos haciendo responde a un estilo de vida saludable y gratificante. Si el cura al final es un señor con prisas, con una casa destartalada porque no la puede atender, alguien que no tiene tiempo para estar con los amigos, etcétera. Evidentemente así no me apuntaría a este barco. El ritmo de trabajo de un sacerdote impide muchas veces que la gente perciba la felicidad del trabajo al que nos dedicamos y ese es el gran problema. Si no te ven feliz, con tus amigos, tranquilo... ¿quién quiere llevar una vida con tanto estrés? Creo que eso trasciende más que el tema del celibato, no creo que hubiera más sacerdotes si se pudieran casar o si los casados pudieran dar misa.

-¿Qué opina de la labor desempeñada por el papa Francisco, llamado por muchos "renovador" de la Iglesia?

-Me parece que es un gran papa como lo fue también Benedicto XVI, son dos caras de una misma moneda aunque algunos los quieran contraponer. Quizás el problema es que en la correa de transmisión el mensaje necesita también tiempo para que cale.

-Convertirá Colunga en capital de la cerveza de Navidad.

-Esta tarde empezaremos con la cata de quesos, a las 20.00 horas, que correrá a cargo del Círculo Gastronómico de Quesos. Mañana y el domingo a partir de las 11.00 horas se podrán comer turrones y demás productos navideños artesanos y también habrá adornos y calendarios de adviento de la parroquia. Habrá, comida centroeuropea de 11.00 a 13.00 horas y de 16.30 a 20.00 horas. La iniciativa está teniendo repercusión, esperamos una muy buena afluencia y creemos que será muy positivo para Colunga.

-El dinero recaudado irá a mejoras en el patrimonio cultural de la parroquia, al igual que el de los dos mercadillos anteriores, ¿qué obras se han hecho con estos fondos?

-Entre otras este dinero ayudó a reparar el tejado de la iglesia de San Juan, se pintó el interior de la iglesia de Colunga y también se arregló parte del tejado, así como la instalación eléctrica. Parte ha ido a la obra en la capilla de Santa Catalina de Huerres y este año acabaremos de pagar las puertas laterales de la iglesia de Colunga.