El juzgado de Instrucción Número 2 de Gijón dictó ayer una orden de alejamiento contra el hombre acusado de vender droga en el domicilio donde se encontraba su hijo, de 12 años, que fue quien avisó a la Policía. La decisión judicial obliga al progenitor a mantener una distancia de cien metros tanto del domicilio del abuelo materno como del menor con prohibición expresa a comunicarse con el niño por cualquier medio.

La orden de alejamiento fue requerida por el abuelo del niño, a cuya custodia dejaron al nieto mientras el presunto traficante era interrogado en la Comisaría por agentes policiales. Al día siguiente el juez dejó en libertad con cargos al hombre, padre de otros tres hijos, que cuenta con antecedentes tantos por tráfico de drogas como por malos tratos.

Los hechos tuvieron lugar el pasado lunes cuando agentes de la Policía Nacional detuvieron al presunto traficante en su puesto de trabajo tras ser alertados por su hijo, que se sintió atemorizado ante la frecuente presencia de toxicómanos en la vivienda y reiteradas llamadas al timbre. Durante el registro del domicilio, efectuado por agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana, se encontraron 16 envoltorios que contenían 72,9 gramos de cocaína así como 1.900 euros en efectivo, provenientes de la venta de estupefacientes presuntamente, y una báscula de precisión con la que supuestamente se pesaba la droga para su venta al pormenor.

El siguiente paso de la familia materna es intentar que los jueces le retiren la custodia al padre del menor.