Los vecinos de la zona oeste de Gijón (especialmente de barrios como Jove o El Lauredal) se levantaron esta mañana con una desagradable sorpresa: sus casas y sus coches estaban cubiertos casi por completo por un polvo negro que se había sedimentado en la zona probablemente procedente de la contaminación emitida por las fábricas cercanas. Y no es la primera vez que pasa. Los afectados por este problema medioambiental aseguran sentirse preocupados "por lo que no se ve" y exigen que se tomen medidas al respecto.

Entre los vecinos algunos señalaron hoy directamente a la factoría de Arcelor como la responsable de la invasión de polvo negro. Una invasión que, señalaban algunos, coincidió en el tiempo con el encendido del alto horno B de la factoría. desde la empresa, sin embargo, negaron esta tarde que se hubiera detectado ninguna anomalía medioambiental. "No tenemos notificación de incidencia alguna. El arranque es gradual, no se alcanza la producción normal hasta dentro de tres días por lo que el polvo no puede haber salido de aquí", sentenció un portavoz de la firma.

Sea como fuere los vecinos se mostraron preocupados por la repetición en el tiempo de estos episodios contaminantes que afectan a su saludo. No son los únicos. La Coordinadora Ecoloxista d´Asturies aprovechó esta mañana para alertar del importante aumento que se ha registrado en los últimos días en lo que se refiere a partículas en suspensión en Gijón. Según estos ecologistas el concejo ha superado nueve veces los límites recomendables de la Organización Mundial de la Salud.