Se votaba el día siguiente en todo el país la Ley Orgánica del Estado y el diario informaba que el voto era un derecho y un deber, era obligado votar; que se dejaba media jornada laboral libre para ello ya que el 14 de diciembre de 1966 era miércoles; y que "los que no hayan recibido el sobre en su domicilio tiene que votar igualmente". Desde días antes la Casa Sindical de Gijón y otros edificios públicos lucían un enorme cartel en sus fachadas con un SÍ en grandes caracteres.