El Juzgado de lo contencioso-administrativo de Gijón ha dictado en los últimos días varias sentencias con un mismo denominador común: en todos los fallos se condena al Ayuntamiento de la ciudad a pagar diversas cantidades a ciudadanos que sufrieron accidentes en la vía pública como consecuencia, según el tribunal, del mal estado de conservación de distintas calles del casco urbano.

El caso que le ha salido más caro al Consistorio tuvo lugar en junio del pasado año en la calle Aguado y provocó el pago de 4.555 euros de indemnización. La demandante en este pleito sufrió una caída al meter el pie en un hueco que había en el medio de la acera "por la inexistencia de una baldosa". La víctima fue atendida en el hospital de Cabueñes, en donde los médicos le escayolaron el pie hasta debajo de la rodilla.

Pero éste no fue el único gran desembolso ordenado por el Juzgado. El segundo tuvo lugar como consecuencia de otro suceso registrado en diciembre de 2014 en la calle Jovellanos. En esta ocasión el Ayuntamiento se ha visto obligado a pagar 3.910 euros de indemnización a una mujer que se cayó en la calle Jovellanos y tuvo que permanecer 30 días de baja como consecuencia de un esguince de tobillo. Los hechos tuvieron lugar en torno a la una de la tarde. La víctima caminaba por el paso de peatones situado entre la Basílica del Sagrado Corazón y el Antiguo Instituto cuando "se retorció el pie en un agujero que, al parecer, existía desde hacía algún tiempo en el pavimento". Cerca del agujero no había, insiste el juez, "acotación o indicación alguna de peligro". En su fallo condenatorio el magistrado argumenta que si bien "es cierto que no cabe exigir al servicio público la inmediata reparación de irregularidades de escasa entidad", en el presente caso "el agujero en cuestión constituía un riesgo para cualquier peatón que introdujese parte de su zapato en el mismo".

Y aún hay más. El mismo Juzgado ha condenado al Ayuntamiento a pagar otros 2.674 euros a una mujer que en abril del año pasado tropezó con una baldosa que se encontraba desencajada en la confluencia entre las calles Anselmo Solar y Poeta Ángel González. Como consecuencia del siniestro la mujer sufrió varios hematomas y aún a día de hoy le queda un dolor en la pierna.