La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Periodista

El modelo de Copacabana para justificar la destrucción de la fachada marítima

La ciudad inauguró el primer monumento en el mundo a Fleming por el descubrimiento de la penicilina, homenaje al que asistió la viuda del científico

El modelo de Copacabana para justificar la destrucción de la fachada marítima

La destrucción de la fachada marítima de la playa de San Lorenzo fue iniciada con la connivencia de los constructores que especulaban con los terrenos indebidamente ganados al arenal tras el fatídico cambio del trazado del muro de San Lorenzo, como consecuencia de una intensa campaña del siempre conservador periódico local. Desde la primera página, el redactor-jefe Paco Ignacio Taibo defendió emular la fachada marítima a la playa de Copacabana con grandes edificios y olvidándose de la posición del sol.

El 11 de febrero de 1955, el diario local inició la campaña para que se construyeran edificios de ocho plantas que no darían sombra a la playa emulando la playa de Copacabana. El redactor-jefe Taibo escribió en su sección de la primera página:

"¿Solución? ¡Ah! Recordamos -ustedes también, sin duda- la maravillosa playa de Copacabana. Frente a la arena, siempre cuajada de bañistas y diversiones, se alinea la más impresionante serie de rascacielos que pueda uno imaginarse. No queremos tanto para Gijón. Sin embargo ¿no sería cosa de pensar que no harían mal unas cuantas casas de varios pisos frente al mar? Grandes edificaciones, de líneas bellas, con hoteles y restaurantes?"

Aunque en la Corporación municipal no todo el mundo estaba por la labor de tolerar una fachada marítima de grandes alturas, la constante campaña desplegada por "El Comercio" -que llegó incluso a publicar gráficos con los que se trataba de demostrar que con edificios de ocho alturas no proyectarían sombra alguna sobre la playa de San Lorenzo- dio sus frutos y así en 1956 se construyeron los dos primeros edificios: el del "Hotel Miami" y el que el arquitecto Antonio Roibás -famoso años después por el escándalo de la construcción sobre la manzana seca de la puerta de la Villa que fue preciso demoler- hizo para la esquina de Menéndez y Pelayo con Rufo Rendueles.

Estrangulado el milano del parque. Paco Ignacio Taibo era un gran periodista una de cuyas secciones se llamaba "El milano del parque del pico" en la que, en aquellos años oscurantistas, informaba de lo que pasaba dentro de la Casa Consistorial. Aunque Taibo era para muchos un "rojo" -¡quién lo diría, con lo que defendió la especulación urbanística en la primera línea- el informante de Taibo era nada más y nada menos que el todopoderoso concejal Julio Paquet, quien estaba al tanto de todo lo que pasaba en el Ayuntamiento, lo que me confirmó Paco Ignacio Taibo cuando lo conocí personalmente en 1973.

Lo curioso del caso es que tanto incordiaba a algunos la leída sección periodística que el pobre milano del parque de Isabel la Católica un día apareció muerto: le estrangularon retorciéndole el cuello para que no cantase más.

Juan Aparicio impuso a Carantoña como director de "El Comercio". Eso me lo contó personalmente quien fundó la primera Escuela Oficial de Periodismo, en Madrid, Juan Aparicio -el creador del primer eslogan publicitario sobre nuestro país: "España. Una, Grande y Libre", mucho antes del franquismo ya que fue el lema para su íntimo amigo Ramiro Ledesma Ramos-, quien vivía en el primer piso del número 12 de la calle de Alberto Aguilera, de Madrid, donde frecuentemente despaché con él, ya que era uno de sus alumnos favoritos y me llamaba "Manulín" porque tenía una asistenta que todas las palabras las acababa en la letra "u". Juan Aparicio, que era el director general de Prensa y Propaganda del Movimiento Nacional fue quien impuso al dueño del periódico José García Prendes-Pando el nombre como nuevo director de un joven gallego -hijo de un inspector de prisiones- llamado Francisco Carantoña Dubert, quien trabajaba de redactor-jefe en una revista especializada en temas de coches.

Un gran banquete de despedida a Taibo. Taibo siempre dijo que se había tenido que exiliar a México, pero en 1958 ya nadie se exiliaba por cuestiones políticas y buena prueba de ello es el apoyo en su despedida, por todo lo grande.

No se fue, desde luego, por la puerta de atrás sino con todos los honores de las fuerzas vivas de la ciudad. En los bajos del "Hotel Savoy", en su cava subterránea -en octubre de 1958- las fuerzas políticas del régimen imperante, que no eran precisamente de izquierdas, le dieron un multitudinario banquete de homenaje-despedida a Paco Ignacio Taibo -quien escribió unas magníficas crónicas sobre la Vuelta Ciclista a España en su primera huida existencial de aquel diario que se encontraba en plena calle Corrida y en el que él se había quedado sin sitio, ni ocupación- porque se marchó a vivir a México al negarse el director General de Prensa, Juan Aparicio a confirmarle como director del diario local -tras la jubilación de "Adeflor"- debido a que el nombre del periódico no estaba debidamente registrado.

Carreras de motos para financiar la ampliación del Muro. Durante aquellos años estaba de alcalde José García-Bernardo y de la Sala -un abogado del Estado cuyo sueldo se lo pagaba el Ministerio de Hacienda-, quien desarrolló una espléndida labor, aunque algunos le tildasen de dictador, otros de bufanda porque con su locuacidad a nadie dejaba hablar y a su coche le llamaban la aceituna porque llevaba un hueso dentro. El presupuesto municipal era de dieciocho millones de pesetas, lo que obviamente no daba para mucho. Debido a ello, el alcalde optó por organizar carreras de motos por el Muro para financiar las obras de pavimentación con cemento y la prolongación desde el segundo ojo del puente del Piles hasta la zona donde se levantó el pabellón de Casablanca, creándose dos rampas y tres escaleras para el acceso a la playa. El paseo fue trazado con una anchura de diecisiete metros de ancho, tres hileras de árboles y una acera de edificios de solamente cinco metros. A fin de controlar la afluencia de los vecinos mandó a la Policía Municipal colocar unas puertas de acceso al recinto para cobrar a los espectadores, a fin de lograr fondos de financiación para aquellas importantes obras, por lo que también recibió el sobrenombre de "Pepe Portielles". A mí se me definió en 1973 con estas palabras: "Yo siempre fui un poco conservador, en el sentido de que no creo en la inmovilidad, ni física, ni política. Creo que es una equivocación eso de destruir y quemar las cosas. Nosotros siempre queremos estar en el principio de las cosas. Y hoy ya nadie se asusta de ninguna reforma política o social. Lo que es necesario es que lo que se haga se realice por el bien de la comunidad. Yo no soy amigo de la aventura política. Yo siempre digo que la imaginación es la vida. No necesita uno discurrir cosas fantásticas, sino ver lo que pasa en la calle y lo que se tiene que tener es sensibilidad para captar lo que sucede a tu alrededor. ¿Imaginación? Pues es posible que a veces hasta se tenga excesiva imaginación porque las fantasías para no hacerlas después vale más no tenerlas. Yo creo que las cosas que debe de hacer un alcalde son las cosas factibles. Es necesario también cambiar el concepto de lo que es una Alcaldía, al menos eso pienso yo, ya que el concepto tradicional de que la Alcaldía es un cargo meramente representativo es una equivocación, a mi juicio. La Alcaldía exige una dedicación y exige realmente una profesión. Al menos yo así, lo entendí". Los tiempos le darán la razón, desde luego.

Inaugurado el primer monumento en el mundo a Fleming. En Gijón, en el parque de Isabel la Católica, fue erigido el primer momento a sir Alexander Fleming, por su descubrimiento de la penicilina. Su viuda, lady Amalia Fleming, en correcto castellano dio las gracias a los gijoneses quienes contribuyeron con 232.000 pesetas, a través de una suscripción popular, para hacer realidad el primer homenaje dado en el mundo a quien tantas vidas salvó. Después la concejala Carmina Manjón acompañó a Lady Fleming a comer a "Casa Zabala". Todo un acierto.

Compartir el artículo

stats