El pasado 17 de diciembre, Erika Ruiz Ferrero (León, 1979) era elegida vicepresidenta de la Confederación Española de Abogados Jóvenes, cargo que compagina con la presidencia de la delegación local.

-¿Cómo fue ese congreso en Murcia?

-Las elecciones fueron bastante duras, porque había tres candidaturas por primera vez en la historia, lo que hizo que se repartiera más el voto y que fuera realmente reñido.

-Hace un año, ya había sido elegida como presidenta de la asociación local.

-Sí, en el pasado mes de enero, Luis Balbona, el anterior presidente, cumplió la edad que le permitía dejar de ser abogado joven. Yo entonces era vicepresidenta y me quedé como presidenta en funciones. Ese mismo mes convocamos elecciones y, al no comparecer otra candidatura, me proclamé electa.

-¿Cuáles son los requisitos para ser abogado joven?

-Hay dos. De una parte, ser menor de cuarenta años de edad y, de otro, llevar menos de 10 años de ejercicio.

-¿Y las principales propuestas de su mandato?

-En Gijón, esta ejecutiva se está empeñando en la formación de los abogados jóvenes. Consideramos que es muy importante no solo la formación teórica, que la ofrece el Colegio, sino también la práctica, por la que nos decantamos. Así, organizamos talleres formativos, comidas con tertulias o cafés jurídicos, que permiten no solo formarse, sino que los abogados jóvenes que empiezan a ejercer vayan conociendo a la gente e integrándose en el colectivo.

-Entonces, ¿cuáles son los nuevos retos de la abogacía joven?

-Además de la formación, intentar conseguir la unión que hasta ahora no tenemos. Siempre se ha considerado al abogado como una profesión individualista, pero estamos equivocados, debemos considerarnos como colectivo, ya que juntos podemos conseguir muchas más cosas.

-¿Qué tipo de relación tienen con el Colegio de Abogados?

-La verdad es que muy buena. Nosotros formamos parte del organigrama del Colegio, dependemos de ellos económicamente, pero eso no significa que no seamos independientes, tomamos nuestras propias decisiones.

-Es importante para los abogados jóvenes poder ejercer en el turno de oficio para adquirir experiencia, pero se pide un mínimo de dos años de ejercicio para ello. ¿Habría que modificar esta norma?

-Creo que no. Para garantizar un buen servicio, necesitas una experiencia, que te la da el trabajo. No debemos olvidar que el turno de oficio es un servicio general a la ciudadanía, de tal modo que los abogados que están en él entienden perfectamente que están ahí porque la gente que no tiene recursos merece también una defensa justa, por eso se prestan a ello. Pero claro, tiene que haber unos mínimos. Muchos de ellos ejercen también de forma particular, ser abogado de oficio no significa ser peor.

-Precisamente para alcanzar esos mínimos, se firmó un convenio de pagos con el Principado. ¿Se está cumpliendo?

-Hasta ahora no. Seguimos cobrando con seis meses de retraso, y además con unos honorarios que no están en relación al trabajo realizado.

-Por primera vez se ha superado el millar de abogados en Gijón. ¿Cree que el mercado está saturado?

-Sí, y en parte es culpa del examen de acceso a la abogacía, que es adecuado, pero necesita de mejoras. Antes se requería un año de prácticas en despacho y clases formativas, en la Escuela de Práctica Jurídica, y luego un examen de conocimientos. Ahora eso no existe, hay un máster de acceso a la abogacía, que no dejan de ser clases muy similares a las de la carrera y luego un examen de tipo test, que no asegura que el licenciado en derecho tenga los conocimientos adecuados para ejercer.

-Tengo que preguntarle por la modificación de la norma respecto a las cláusulas suelo.

-Con la reciente sentencia del Tribunal de Justicia Europea se ha acordado la devolución de todos los importes indebidamente cobrados desde la firma de las hipotecas. De momento está en el aire cómo se va a hacer. Yo creo que el Gobierno tiene previsto dictar procedimientos de mediación para solicitar una devolución de esas cantidades, pero para eso la banca tendría que dar el visto bueno y hay muchos bancos que hasta que no se les reclame judicialmente, no pasan por el aro.

-¿En qué punto está la igualdad entre hombres y mujeres a la hora de dictaminar la custodia en una separación?

-Ahora mismo el criterio mayoritario de los juzgados es que si ambos progenitores se llevan bien, se dé la custodia compartida, que es lo que suele ocurrir, incluso en algunos casos en los que la relación no es muy buena, sobre todo considerando el beneficio de los menores.

-¿Qué opina sobre una posible reforma del Código Penal?

-Es necesario hacer una reforma conjunta, pero pidiendo el informe de la abogacía. Se debería escuchar más al colectivo al que influye. Muchas cosas se reforman simplemente por motivos políticos y al final es negativo.