Los médicos del Hospital Universitario Central de Asturias ultiman estos días el informe psiquiátrico con el que deben valorar el estado mental de Iván González Fresno, el vecino de Monteana acusado de matar a su madre asfixiándola. El joven, de 32 años, lleva ya un mes ingresado en el centro médico al que fue derivado por orden del Juzgado que investiga el violento suceso apenas unas horas después de su interrogatorio.

En cuanto los facultativos que atienden al parricida elaboren el correspondiente informe, el reo será enviado a la prisión de Villabona. Iván González Fresno aseguró ante la Policía Nacional que padecía un trastorno psicótico. "No siento nada", argumentó poco después de confesar ante el agente que controlaba los accesos de la Comisaría de El Natahoyo que había matado a su madre mientras el resto de su familia dormía.

Los hechos tuvieron lugar a finales de noviembre. Después de acabar con la vida de Milagros Fresno, conocida popularmente como "Marimí", el gijonés caminó durante más de dos horas hasta la Comisaría. "No podía dormir, bajé las escaleras y maté a mamá", confesó el reo. Una patrulla de policías se trasladó hasta el lugar de los hechos. Una vez que estos primeros investigadores comprobaron la veracidad de lo sucedido alertaron a la Guardia Civil para que se hiciera cargo de la investigación de este macabro suceso.

Ante el juez el reo tampoco mostró arrepentimiento. No consiguió dar explicación alguna del crimen. González Fresno reconoció una vez más haber matado a su madre, pero sin determinar el porqué y sin mostrar sentimiento alguno. Ante la magistrada de guardia sólo desveló que "tenía que matarla" a pesar de reconocer que profesaba "un aprecio especial por mi madre", al punto de asegurar que "era la persona con la que mejor me llevaba de la familia".