Un centenar de pacientes clasificados y derivados según sus dolencias en pocas horas y el comentario generalizado de un "esto nunca se vio así" marcaron la caótica mañana de trabajo que ayer vivió el personal del área de urgencias del hospital de Cabueñes, según denunciaron algunos de los afectados. La situación de saturación se prolongó hasta primera hora de la tarde, cuando la presión de la llegada de nuevos enfermos empezó a disminuir poco a poco. El colapso fue perceptible para los acompañantes de las decenas de personas que necesitaban esa urgente atención sanitaria en el hospital gijonés.

Las dolencias vinculadas a problemas respiratorios, sobre todo en personas mayores, tuvieron un protagonismo especial a lo largo de la larga y dura sesión de trabajo en las urgencias de Cabueñes. Algo que viene ocurriendo desde hace semanas. Pero en esta ocasión se sumó el incremento de enfermos que las urgencias suelen recibir, de manera habitual, tras unas jornadas festivas. Es muy normal que quien tiene una dolencia cuya urgencia no es extrema demore recurrir a la búsqueda de una atención sanitaria más especializada en días o épocas de celebraciones, como el caso de las Navidades.

Esa saturación que se vivió ayer en las urgencias es extensible a otras áreas del centro sanitario, caso de la zona de hospitalización de medicina interna. La situación de colapso de algunas áreas del hospital y la necesidad generalizado de ampliar la dotación de personal es una denuncia repetida desde hace tiempo tanto por afectados como por los representantes de los trabajadores del centro.

Sólo hace unas semanas, y a instancias de una petición de los trabajadores, el Pleno del Ayuntamiento de Gijón aprobaba una iniciativa para exigir la adecuación de las plantillas a las necesidades del hospital que, además, encarará en breve su ampliación.