Una inmensa cola recorría de lado a lado el paseo de Begoña, frente al teatro Jovellanos, a media tarde de ayer. La ocasión lo merecía: centenares de niños esperaban ilusionados para entregar su carta a Su Alteza Real el Príncipe Abdeladid, emisario de los Reyes Magos de Oriente.

Balones de fútbol, consolas, muñecas e incluso mascotas fueron las peticiones más demandadas por los niños gijoneses, pero antes de nada, la primera pregunta de Su Alteza Real era obligada: "¿fuiste bueno?". "Hay que mejorar un poquito en casa", "hay que hacer los deberes" o "pides muchas cosas, vamos a tener que escoger" fueron algunas de las frases que Abdeladid dedicó a los más pequeños y que fue acompañando de un entrañable beso y mil y una fotos.

A Laura López, de 8 años, el emisario real le hizo una petición muy clara. "Me dijo que tenía que dejar de morderme las uñas", afirmó la pequeña, que en su carta incluyó "un carrito de bebé y un Nenuco, porque mi hermana pequeña Laura me los pinta todos", aseguró.

Antes que ellas, los primeros en llegar a los brazos de Abdeladid fueron los hermanos Juan y Andrea Carrillo, de 6 y 8 años, que llevaban haciendo cola desde una hora antes de la apertura de puertas. "Fui muy bueno y por eso pedí muchas cosas", sentenció Juan, entre ellas "una Nintendo 3DS con juegos", al igual que su hermana.

Y es que los regalos relacionados con la tecnología fueron algunos de los más solicitados por los más crecidos. Xana Gallego, a sus 9 años, pidió a su alteza "una funda para el iPhone", además de unas mechas que ya mostraba en su cabello, aunque aseguró en un ataque de sinceridad, "no haber sido demasiado buena". A su lado, Manuel Tejero, de 4 años, se conformaba con "un juego de magia", enfatizando que su Rey Mago favorito es Gaspar, al que el año pasado había entregado su chupete. Sin embargo, el Mago de Oriente más aclamado por los jóvenes gijoneses es, sin lugar a dudas, Melchor, que encandila a los más pequeños con su barba blanca.

Precisamente a él, Ángela Núñez, de apenas 3 años, le pidió "una tortuga", a la que aseguró que "voy a cuidarla yo". Tras ella, Alicia Robledo, de 5 años, sorprendió al emisario real al presentarse ante él con dos cartas. "Traigo la mía y la de mi hermano pequeño, Arturo, que aún no puede", al acompañarla en el carricoche, a sus 2 años. "A los Reyes Magos le pedí la perrita Lucy", un regalo que seguro se encontrará bajo el árbol, tras su buen gesto.

Así, los Reyes Magos de Oriente ya tienen las cartas de todos los niños gijoneses, por lo que tienen que ponerse ya a trabajar para llegar a tiempo con todos los regalos a las casas correspondientes. La próxima parada, será mañana mismo, en la tradicional cabalgata que recorrerá las calles de la ciudad y en la que los más despistados podrán hacer sus últimas peticiones.