Positiva, pero insuficiente. Así valoró ayer el representante de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón en la Plataforma Contra la Contaminación, José Luis Rodríguez Peón, la licitación por la Autoridad Portuaria de la instalación de una barrera vegetal en la parte trasera de la terminal de graneles sólidos, Ebhisa, para tratar de evitar las nubes de carbón que en los últimos años se han levantado en esa zona.

Esa barrera se instalará entre los meses de febrero y marzo y consistirá en una franja de 500 metros de largo y cinco de ancho con dos filas de arbustos de un metro de altura, una tercera fila de árboles de 2,5 metros y una tela quita vientos de otros dos metros a altura entre la explanada trasera de Ebhisa y la parcela de la regasificadora. La medida busca disminuir la velocidad de los vientos del noroeste y atrapar el polvo cuando el viento sople del sureste.

Rodríguez Peón, que pertenece a la asociación vecinal del barrio de Pescadores, uno de los más castigados por la contaminación originada en el Puerto, considera que esa barrera vegetal contribuirá a "proteger la zona de Carreño", pero apenas se notará en los barrios de Gijón próximos al Puerto. "Para eso la pantalla se tendría que instalar a pie de muelle y eso es imposible, porque impediría la descarga de los barcos", señala el representante vecinal.

José Luis Rodríguez Peón matizó que "todo lo que sirva para proteger un poco es bueno y está encaminado en la buena dirección", pero insistió en que la solución contra la polución originada por los apilamientos de graneles tanto en El Musel como en zonas industriales próximas, pasa porque "se cubran las zonas donde hay acopios de carbón, como hacen en otros puertos".

La Plataforma Contra la Contaminación considera que el Puerto debe "estudiar la manera de que vaya a cubierto" el manejo y acopio de los graneles sólidos.

El acopio de graneles en El Musel origina episodios de altos niveles de contaminación en las propias instalaciones portuarias y en los barrios más próximos como Pescadores o El Muselín, si bien su influencia en el nivel de contaminación del conjunto de la ciudad es muy baja comparada con otras instalaciones industriales. El Musel aporta el 2% de la contaminación a Gijón.