Huerces también clama contra la proliferación de jabalíes. Al igual que en otras parroquias del cinturón rural de Gijón, los vecinos sufren los efectos devastadores de este animal. "Es todos los días. Una vez que oscurece, se meten entre las vacas. Rompen las vallas e invaden las fincas. Es una vergüenza, no toman ninguna medida", clama, desesperado, Cándido Rendueles, un ganadero ya jubilado que no puede cultivar nada en sus fincas por culpa de los suidos. "Como siga así, terminarán entrando a cenar con nosotros", añade con ironía.

Rendueles tiene una finca en la zona de Villaverde. "La tenía de fabes, pero me lo tiraron todo los jabalíes. Después la puse para pación, pero ahora está como si hubiese sido arado", explica el vecino de la parroquia rural gijonesa. "El año pasado, cuando ya entraron y lo destrozaron todo, la administración valoró los daños en 220 euros, y sigo sin comprar", lamenta. "La finca da pena verla", añade..

Rendueles critica el inmovilismo de las administraciones. "Si fuese en el parque de Isabel la Católica, ya habrían tomado medidas", señala. Se siente "totalmente desamparado, como muchos vecinos" y reclama que "se puedan hacer batidas o que permitan actuar a los dueños de fincas".