Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Natahoyo que desde el pasado lunes investigan el accidente laboral que dejó herido grave a un trabajador del matadero de Gijón aseguran que los hechos tuvieron lugar como consecuencia de un acto reflejo de una res muerta. Al parecer el animal le dio una coz al empleado, que se acabó clavando en el vacío derecho del abdomen un cuchillo de carnicero de grandes dimensiones. La puñalada le provocó lesiones internas. El hombre tuvo que ser evacuado en una UVI Móvil de las instalaciones de Granda.

Los funcionarios policiales y los técnicos de Trabajo del Principado trabajan ahora en la elaboración de sendos informes en los que se dictamine si en este caso se cumplieron los protocolos de seguridad establecidos en las instalaciones del matadero gijonés.

Los hechos tuvieron lugar a mediodía. Los testigos aseguran que el operario del macelo que resultó herido acababa de matar al ternero con una descarga eléctrica, tal y como obliga el protocolo establecido tras la publicación hace dos años del Real Decreto del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que trataba de minimizar el sufrimiento del animal y de la carne en el momento de la matanza. El operario comenzó, después del sacrificio, el despiece del animal. El empleado del matadero se acercó al cuerpo sin vida del ternero con un cuchillo con el que finalmente resultaría herido en el abdomen.

El trabajador fue trasladado en un primer momento al hospital de Cabueñes. Fuentes cercanas al caso aseguran que el hombre había perdido mucha sangre. La gravedad de las lesiones que presentaba el trabajador obligó a que el hombre -de 48 años y cuya identidad responde a las iniciales M. C. A. V.-, tuviera que ser trasladado de urgencia hasta el Hospital Universitario Central de Asturias, en donde actualmente se recupera de sus lesiones.

Las instalaciones de Granda las gestiona la Cooperativa de Agricultores, Consumidores y Usuarios del Concejo de Gijón, en la que desde el pasado mes de diciembre se integra, además, la otra sociedad que se encargaba de la explotación del matadero, Gijonesa Expendedores de Carne Sociedad Cooperativa Asturiana.