El barco de ese nombre había encallado en el canto de San Pedro frente a San Lorenzo, eso había sido el 11 de enero de 1986. En ese 11 de enero de 1992, seis años más tarde, la noticia que publicaba LA NUEVA ESPAÑA era que los responsables políticos del desastre (el barco vertió miles de toneladas de carbón al mar) no iban a ser juzgados. El Tribunal Constitucional los eximia de culpa, y eran el director en 1986 de la Marina Mercante y el entonces presidente de Elcano.