El propietario de un conocido club de alterne de la ciudad acusado de cometer un delito contra los derechos de los trabajadores por tener trabajando para él en su negocio a 31 mujeres que no tenían contrato laboral alguno ni habían sido dadas de alta en la Seguridad Social negó ayer ante el tribunal de la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias ser el responsable de los delitos que se le imputaban.

El reo -que hace frente a un año y medio de privación de libertad-, aseguró que se dedica a organizar fiestas en su local pero negó que en el establecimiento hubiera prostitutas. El juicio contra el hostelero tuvo que quedar suspendido después de que las partes implicadas interrogaran al dueño del local. La ausencia de varios testigos obligó a posponer la continuación del procedimiento penal para la próxima semana.

El acusado afronta, además de la pena de privación de libertad, la imposición de una multa de 1.920 euros solicitada por la Fiscalía.