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Las exploraciones de Avelino Sala

El artista gijonés, presente en ARCO desde hace quince años, vuelve a su ciudad con "This perfect day", su primera individual en la sala Gema Llamazares

"Sin título".

Es uno de los artistas más inquietos del actual panorama español. Es la suya una mirada escasamente complaciente con el deterioro social, económico y cultural de las sociedades occidentales. Y es la apuesta de la sala Gema Llamazares, con la que el autor viene colaborando desde hace tiempo, para la apertura de su reformada galería. Será el próximo jueves, día 19.

Avelino Sala ha elegido para el regreso a su ciudad natal (nació en Gijón en 1972, aunque vive y trabaja en Barcelona) una serie de obras que, bajo el título "This perfect day. Poéticas en torno a la ruina", ofrece una exploración desde disciplinas distintas que subrayan esa posición crítica del artista. Es su primera individual en Gema Llamazares, con quien ya ha acudido a varias ferias nacionales. El gijonés no ha faltado a ninguna de las últimas quince ediciones de ARCO, además de que su obra ha estado presente en citas internacionales tan importantes como las de Bogotá o la VOLTA de Basilea.

El artista, que es Bachelor in Arts por la Universidad de Brighton (Inglaterra), ejerce como comisario (forma parte del colectivo curatorial "Commission") y es editor de la revista "Sublime". Una actividad que da idea de las amplias preocupaciones de Avelino Sala, que vive y trabaja en Barcelona.

¿Qué podemos ver en "This perfect day"? Junto a la minuciosa pátina del academicismo más clásico, de los dibujos detallistas y de las delicadas acuarelas, Avelino Sala cortocircuita su propio discurso insertando la idea de vandalismo -no solamente en los sempiternos encapuchados que pueblan su producción-, sino en la propia autodestrucción de la imagen gráfica a través del grafiteado de mensajes a modo de tachadura", explica David Moriente.

Es muy interesante ver cómo el artista funde y refunde distintas iconografías (desde los escudos policiales de los llamados países "PIGS" a las grúas industriales) o fatigadas mitrografías (la de Ícaro, por ejemplo) para desplegar un discurso conceptual de calado. Lo decisivo, sin embargo, es que las propuestas de Avelino Sala mantienen su intensidad expresiva, plástica, pese a que el autor no renuncia a la agudeza reflexiva o directamente crítica.

Avelino Sala fue becado en su día por Cajastur o el Museo Antón de Candás, entre otras entidades. Disfrutó también de una beca de la Real Academia de España en Roma y del Centro de Arte Le Lait, en Albi (Francia). Para Moriente, esta exposición en Gema Llamazares "habla de toda esa escatología de la civilización: el tiempo de las revueltas, los amaneceres dorados y los atardeceres sangrientos".

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