Cerrada a cal y canto, llena de matojos y plumeros de la pampa. Un recinto abandonado que impregna de nostalgia a los más longevos al volver a lugar de autos, donde sólo queda el recuerdo de quienes contribuyeron al desarrollo de Asturias y a la lucha sindical en la región que contagió a España entera. Salvo por los dos grandes castilletes de sendos pozos poco queda de la actividad de la mina de La Camocha. Pero la visita a la "cuna del sindicato" era obligada para conmemorar el 60.º aniversario de la primera comisión obrera que se gestó en la Mina de La Camocha en 1957.

Hasta allí subieron en la tarde de ayer los dirigentes actuales de CCOO. Su secretario general, Ignacio Fernández Toxo; el secretario de Organización y Comunicación, Fernando Lezcano; el secretario general en Asturias, Antonio Pino; el secretario de relaciones institucionales, comunicación en Asturias, Amable González y otros sindicalistas que conocieron de primera mano la incipiente lucha del sindicato. A su paso por las instalaciones de lo que fue y no es acudieron hasta una de las pocas paredes que quedan en pie, en el edificio de los ingenieros, donde todavía queda algo de las pinturas que recuerdan la lucha sindical en la mina. Están los frescos del SOMA, FIA y UGT (1930), también de la CSI (1982) y, por supuesto, de CCOO, la más longeva desde 1957. "Recuperar esta parte de la memoria. a veces olvidada, pero trascendente para que este país avanzase", describió Toxo. Otros tiempos, otra lucha pero el sindicalismo vuelve a presentar batalla.

La visita de Ignacio Fernández Toxo a Asturias sirvió, además, para marcar los retos inminentes de CCOO, en un acto celebrado por la mañana en el CMI Pumarín-Gijón Sur que congregó a más de 350 sindicalistas. "La subida salarial es el primer objetivo", indicó. A su juicio, la mesa de negociación está abierta, "va lenta y deberíamos haber solucionado ya algunos convenios". Las organizaciones empresariales, por su parte, enviaron el jueves unas propuestas "manifiestamente insuficientes porque es importante que la economía se alinee con las necesidades de las personas, no se puede mirar solo a la búsqueda del beneficio empresarial", rechazó Toxo que espera lograr que los salarios suban hasta un 3% para garantizar una mejora del poder adquisitivo.

Otro de los desafíos es el temor a los presupuestos generales pues "apuntan hacia un nuevo recorte comprometido con la Unión Europea". En este sentido la tesis que defiende Toxo es que "España no puede seguir ajustando su economía ni deteriorando la calidad de su modelo social, la sanidad, la educación ni la atención a personas dependientes". El tercer reto son las pensiones y ahí "echaremos el resto porque es el mayor convenio que puede negociar un sindicato". De entrada, advierte, rechazarán la subida del 0,25%, "al menos deben acomodar su subida para compensar el efecto de la inflación", explicó nada más conocer la subida del IPC del 1,6% en 2016. Y para todos estos retos ayer, CCOO recargó energía en "la cuna del sindicato" donde hace 60 años comenzaron a empujar a España hacia la libertad.