La comisión encargada de recoger firmas para la devolución a la Iglesia del Sagrado Corazón del sagrario de plata y la imagen del Cristo de la Paz, que permanecen en una iglesia de Burgos, hizo entrega el pasado lunes de 1.400 rúbricas al rector de la basílica, Víctor Cedrón.

Dichas piezas fueron fruto de la donación de la feligresía gijonesa, exclusivamente para ornato de la iglesia, "sin que de ningún modo supusiera un regalo para la Compañía de Jesús", explican los promotores de la recogida de firmas. Últimamente se ha conocido además que en el contrato de venta de la iglesia del Sagrado Corazón, efectuado por los Jesuitas a la Diócesis asturiana, se había formalizado una cláusula que decía que la Compañía debía dejar el interior del templo como estaba, según estas mismas fuentes.

El sagrario y el Cristo salieron de Gijón camino de un almacén en Valladolid. Allí estuvieron unos años hasta ser reubicados en la iglesia de la Merced de Burgos. El sagrario, que reproduce el pórtico del templo, se realizó con plata y joyas donadas por benefactores gijoneses. El Cristo de la Paz, o de Blay por el nombre del escultor que lo hizo, también fue una donación de un feligrés al templo gijonés. Los habituales de la Basílica consideran que dichas joyas deben ser repuestas a la ciudad de Gijón, y por se han embarcado en una recogida de firmas que ha obtenido gran repercusión. Víctor Cedrón recibió este lunes la reivindicación de esos 1.400 gijoneses, comprometiéndose a darle el curso oportuno "en el plazo de un año". Los promotores no descartan hacer llegar personalmente las firmas al provincial de los Jesuitas en España, Francisco José Ruiz Pérez.