Los primeros coletazos de la ola de frío llegan a Gijón con plazas suficientes, por el momento, en el Albergue Covadonga, puerta de entrada de las personas sin hogar a la red de atención de la Fundación Municipal de Servicios Sociales. Ellos son el primer recurso al que se dirigen las personas sin hogar y, como indicaba ayer la directora, Cristina Avella, la primera noche del dispositivo especial por la ola de frío aún contaba ayer con 21 plazas disponibles. A ellas se suman los espacios polivalentes del centro que, en caso de ser necesario, se utilizarían para atender toda la demanda.

"Podríamos acomodar a más gente en la sala de la televisión o en diferentes dependencias del centro, no sería ningún problema", señala Avella, en un momento en el que "no podemos predecir lo que pasará porque es la primera ola de frío que afrontamos después de la ampliación". De hecho, el Albergue ha aumentado de 44 a 87 el número de plazas de alojamiento para hombres y mujeres, a los que se suma el módulo familiar. Y el centro nocturno de baja exigencia, con capacidad para 18 personas, podría llegar a albergar hasta a 20, "con una máquina de café y bebidas calientes, estos días de ola de frío habrá un tratamiento especial para quienes vengan al Albergue", indica la directora.

Además, todo el que lo desee podrá pasar la noche a techo aunque el Albergue se sature, toda vez que sigue en vigor el acuerdo por el que la Fundación Municipal de Servicios Sociales garantiza plaza en pensiones concertadas de la ciudad. "No prevemos que haya mucho problema", prevé en todo caso la directora del establecimiento, si bien "siempre hay un grupo de personas que optan por no hacer uso del Albergue".

La concejala de Bienestar Social, Eva Illán, asegura que "más o menos se tiene un control de cuántas son las personas que duermen en la calle, pero la decisión de acudir al Albergue es suya; nosotros ofrecemos los recursos y ellos son los que eligen lo que hacen".