El juzgado de lo contencioso administrativo de Gijón acaba de denegar a una vecina de la ciudad la indemnización de 8.761 euros que la pleiteante había exigido al Ayuntamiento para cubrir las heridas sufridas hace casi dos años -en marzo de 2014-, durante los preparativos del desfile del Antroxu. La demandante acusaba a los organizadores del evento -el Teatro Jovellanos-, de no haber tomado las precauciones necesarias para que no se produjeran accidentes en la explanada de El Molinón, la zona en la que se concentraban quienes tenían previsto participar en el acto festivo. Pero el juez no comparte su opinión. La mujer se encontraba, según el magistrado, en una zona no autorizada y en medio de un fuerte vendaval.

Los hechos tuvieron lugar poco antes de las seis de la tarde. La pleiteante acudió a la zona del estadio municipal "para recoger a su nieto, un niño de 3 años que iba a participar con sus padres y su hermana de siete años en una carroza". Los jueces explican que "debido al mal tiempo la hija de la demandante decidió que el pequeño no participara en el desfile y avisó a su madre para que fuera a buscarlo". Cuando pasaba por la zona de las carrozas la mujer fue golpeada en el lado izquierdo de la cabeza y en el cuello por una tabla que pertenecía a uno de los vehículos en los que se representaba un barco vikingo. La tabla había salido despedida por el fuerte viento que se levantó en la zona. La demandante cayó al suelo semiinconsciente y tuvo que ser trasladada al servicio de urgencias del hospital de Cabueñes. Pero el accidente -que obligó a la víctima a permanecer cinco meses de baja laboral-, no fue culpa del Ayuntamiento. Al menos según el juez.

"El accidente ocurrió antes del inicio de un desfile que el Ayuntamiento finalmente ni autorizó. No puede reprocharse a la Administración que dilatase la decisión sobre el desfile teniendo en cuenta la trascendencia social que tiene la fiesta del Antroxu, el número de participantes que congrega y el tiempo que estos dedican a la celebración del evento", señala el magistrado añadiendo que la mujer se encontraba en el momento de los hechos en una zona peligrosa "Si la hija apreció un riesgo en la presencia de su hijo en la carroza lo lógico es que se hubiera ausentado con el mismo de dicho lugar en vez de llamar a la recurrente", enfatiza el juez.