Tragedia en el barrio de El Cerillero. Un joven de 26 años, Carlos Méndez, falleció ayer a mediodía al sufrir un paro cardiaco cuando esperaba el autobús en una parada situada a la altura del número 15 de la calle Camino del Rubín.

Una vecina de la zona en la que tuvo lugar el suceso alertó al 091 al ver que el chico se desplomaba. Nadie pudo hacer nada por él. El primero en socorrer a la víctima fue un conductor de autobús que llegó a la parada unos segundos después del desvanecimiento. "El señor se bajó muy rápido y fue hacia él pero ya era tarde", lamentaba una de las testigos de los hechos. Minutos después llegaron a la zona varias patrullas de agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los funcionarios realizaron inicialmente al joven movimientos de reanimación y después requirieron a los sanitarios de emergencias médicas. Los facultativos permanecieron en la zona más de una hora a bordo de una UVI Móvil pero tampoco pudieron reanimar al chico. El suceso causó una gran conmoción en la zona, muy concurrida a esa hora. Los viandantes lamentaban lo sucedido enfatizando la juventud del fallecido, al que no se conocía por no ser vecino del barrio. Los que sí conocían a Méndez, sin embargo, lamentaban la desgracia de este exalumno de la Universidad Laboral. "Se habían muerto sus padres y ahora sólo le quedaba un hermano mayor que lo tiene que estar pasando fatal", explicó una conocida de la víctima. Los trabajadores de Funeraria Gijonesa condujeron el cuerpo sin vida del joven hasta el tanatorio de Cabueñes, donde mañana sábado se llevará a cabo su despedida.