La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

IRENE ALONSO DEL RÍO | Presentadora de televisión

"En uno de mis embarazos tuve contracciones en pleno programa"

"La peor noticia que he dado es la de alguno de los atentados de ETA en una época en que eran constantes, creaban mucha tensión"

Irene Alonso, presentadora de "Panorama regional", en TVE. Juan Plaza

Es el rostro más bello de la televisión asturiana, y un miembro más de la familia ya que lleva muchos años entrando en nuestros hogares para acompañarnos en la hora sagrada del almuerzo. Su dilatada experiencia ha hecho de ella una mujer segura de sí misma, cercana y al mismo tiempo sumamente discreta. Tiene la virtud de sonreír siempre, es dulce, amable y cariñosa; las cámaras deben estar enamoradas de ella.

-Dígame, ¿usted quién es?

-Nací en Alemania (1972), concretamente en la región de Baviera, mayor de dos hermanas; tanto mis abuelos como mis padres fueron emigrantes. Yo regresé a España cuando tenía 6 años, así que mi alemán no es muy perfecto. Creo que soy una persona entusiasta, positiva y peleona; muy sociable y alegre, suelo adaptarme a lo que hay. Estoy casada y tengo dos hijos, chico y chica.

-¿De pequeña a qué jugaba?

-Siempre con música, tocaba el piano y cantaba. También leía constantemente.

-¿Cómo fue su formación?

-Hice el Bachiller en la Universidad Laboral y la carrera de Filología Española en la Universidad de Oviedo.

-¿Ejerció la carrera durante algún tiempo?

-No, mi primer trabajo fue en la radio, concretamente en Radio Asturias, donde llevaba el programa "Los 40 principales", pero enseguida pasé a televisión, para hacer "Panorama regional". Era el año 1995, de manera que llevo 22 años en esto. Durante cinco años trabajé en Tele Gijón; me fui para volver a TV Asturias. Luego en Madrid estuve diez años haciendo el programa informativo del Canal 24 Horas, hasta que decidí volver a mi tierra, tenía plaza en "Panorama regional", y aquí sigo después de siete años.

-¿Cuál es la razón de su éxito: por guapa, por lista, por su buena voz...?

-Es un compendio de todo; ya no soy una belleza, pero he ganado en aplomo, la gente se ha acostumbrado a mí y me quiere. La voz es mi instrumento y la trabajo muchísimo para dar cercanía y que los mensajes sean agradables. Yo entro en la cocina y el comedor de las familias y debo transmitir tranquilidad; para esto la voz es básica en comunicación.

-¿Qué compañeras le gustan más?

-Ana Blanco, Susana Rojo, que ha sido presentadora de la CNN en Atlanta y ahora se dedica a la comunicación.

-¿Ha vivido situaciones comprometidas estando en antena?

-Sí, muchas. En uno de mis embarazos tuve contracciones en pleno programa y tuve que disimular. O te quedas sin papeles y no puedes permitir que se note en pantalla. En esas oportunidades se debe contar hasta diez y relajarse. Por fortuna hay muy buen ambiente en televisión, soy muy afortunada.

-¿Se precisa tener buena memoria para decir de corrido una noticia?

-Sí, pero todos tenemos un panel de lectura encima del objetivo. Si hay un fallo en él, ahí está la pericia del profesional para superarlo. Durante los diez años de Canal 24 Horas, daba diez informativos diarios.

-¿Cuál ha sido su mejor momento en televisión?

-Recuerdo con mucho cariño la experiencia de TV Gijón, donde sufríamos la falta de medios con ilusión. Y los últimos tiempos de Canal 24 Horas, en Madrid, fueron de mucha plenitud, con gente que trabajaba muy bien. El primer día que volví a "Panorama regional" fue muy emocionante verme en el mismo plató, el mismo ambiente; haber podido volver a él significó un punto muy importante en mi vida.

-¿Cómo compagina las tareas familiares con el trabajo?

-Con mucha ayuda. Por suerte la empresa facilita la conciliación. Tengo que ir todos los días hasta Oviedo, pero también dispongo de un sostén familiar.

-¿Tiene un truco contra el nerviosismo o la falta de serenidad?

-Sí, la meditación. Aparte suelo prepararme, estudio los temas de los que debo hablar. Lo fundamental es quitar importancia a lo que estás haciendo, pensar que es un trabajo normal. Hace años era un atajo de nervios, pero el tiempo te hace desarrollar serenidad y concentración, se va aprendiendo.

-¿Cuál ha sido la peor noticia que ha dado?

-Los atentados de ETA, en una época en que eran constantes, producían mucha tensión... Cualquier guerra y los malos tratos de los niños me mortifican. Pero hubo un caso que me sigue conmoviendo, fue el accidente del pozo Nicolasa con catorce mineros muertos.

-¿Y la mejor?

-Las crónicas relacionadas con los premios "Príncipe de Asturias". Pienso que durante dos días tenemos a nuestro alcance los personajes más importantes del mundo, tanto científicos como humanistas, literatos, deportistas... Y poder acceder a esa gente para mí es una buena noticia.

-¿A quién admira?

-No tengo ídolos, pero considero a Luz Casal como una luchadora ejemplar. Y admiro a las mujeres que se levantan cada día con todo en contra y consiguen sacar adelante familias y empresas. Y a las personas mayores que vivieron la historia de España y no sienten rencor.

-¿Quién ha sido su maestro?

-Tuve muchos y muy buenos, como Paco Pañeda, Pedro Roncal, Fran Llorente, Pepa Bueno...

-¿Cambiaría algo de su aspecto físico?

-Tal vez corregiría mi miopía. Pero en general me acepto muy bien cómo soy. Todo es genética, no es ningún mérito que tú hayas conseguido. Me cuido con normalidad, no tengo tiempo para más.

-¿Qué es lo que nunca quisiera decir en su programa?

-Deseo no contar más casos de violencia de género, ni tampoco los abusos de los niños, y de los mayores, que también se dan.

-En fútbol, Gijón se queja de que su programa favorece al Oviedo.

-Intentamos dar una información equilibrada, pero... En Oviedo se quejan de lo mismo, que miramos más para el Sporting.

-¿Cree que una presentadora ha de ser un poco actriz?

-No, se notaría; lo mejor es la naturalidad. Ser tú misma, aunque para esto es preciso encontrarse antes, saber quién eres.

-¿Sonríe con desgana?

-Nunca, en los peores momentos lucho por estar contenta.

-¿Quién es su enemigo público?

-La rigidez, la gente que no es flexible. También la descortesía.

-¿Es usted una estrella de las redes sociales?

-No, salvo cuatro hinchas deportivos que se metieron conmigo, no acostumbro a estar presente. Yo nunca trato de molestar a nadie.

-¿Se han cumplido sus sueños?

-Sí, trabajo en lo que me gusta. Mi vida no es de color de rosa, aunque no puedo quejarme.

-¿Televisión marca una edad para dejarlo?

-Cuando yo empecé no había gente de mi edad; señores sí, pero mujeres no. Ahora, mientras tenga dientes seguiré.

Compartir el artículo

stats