La sección octava de la Audiencia Provincial se ha visto obligada a suspender esta mañana el juicio que tenía previsto celebrar contra el turista inglés de 52 años acusado de protagonizar un violento episodio en un bar de Gijón en agosto de 2015. Al parecer, y según el abogado de la defensa, el ahora procesado no recibió la notificación en la que se le informaba de su obligación de comparecer esta mañana ante el tribunal. La Fiscalía pedía para el reo una condena de dos años de cárcel. Según relata el ministerio público el acusado agredió a un camarero al que rompió dos dientes de un puñetazo después de negarse a pagar la cuenta.

Los hechos que se recogen en la calificación del fiscal tuvieron lugar pocos minutos antes de las cuatro y media de la madrugada del 10 de agosto de 2015. El ahora imputado -cuya identidad responde a las iniciales D. K. K.-, se encontraba en compañía de varias personas en un pub situado a la altura del número 22 de la avenida de Rufo García Rendueles. El fiscal asegura que en un momento determinado "surgió una discrepancia sobre si las consumiciones que habían tomado él y sus acompañantes estaban o no abonadas en su totalidad". "Como quiera que el acusado hizo ademán de marcharse del local sin pagar, el camarero se interpuso en la puerta para evitarlo", relata el ministerio público. El acusado propinó un fuerte puñetazo en la mejilla a su víctima, que no fue el único herido.

Al escuchar los gritos de auxilio de su compañero, se acercó hasta el lugar de los hechos otro empleado del local, un joven de 21 años que se encontraba en la cocina del establecimiento. El representante del ministerio público explica que en ese momento "el acusado se volvió violentamente hacia él y le propinó un puñetazo en la boca" rompiéndole dos dientes. Después el hombre se marchó corriendo del establecimiento. La Policía le detuvo poco después en una calle cercana al pub en el que había tenido lugar la trifulca. Al parecer, y según se informó desde la Comisaría de El Natahoyo, el visitante extranjero había abandonado el bar dejando pendiente el pago de una cuenta de 101 euros.

Además de la pena de privación de libertad, la Fiscalía pide que el ahora procesado indemnice al segundo camarero agredido con 10.220 euros por los daños sufridos y las secuelas médicas que el trabajador tuvo que soportar como consecuencia de la agresión. Sólo el tratamiento odontológico que tuvo que costearse el joven se elevó a más de 5.000 euros. La acusación particular, por su parte, pide una condena de tres años y medio de privación de libertad.

El juicio por estos hechos tendrá lugar la próxima semana en la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón.