Los trabajadores despedidos de las cafeterías del Grupo Covadonga protagonizaron ayer una nueva concentración de denuncia de su situación. Los empleados y hasta medio centenar de simpatizantes cortaron durante unos minutos la carretera a la entrada de las instalaciones del Club para reclamar "unas condiciones de empleo dignas".

Los despedidos desconfían de que una vez acometidos los trabajos de remodelación de las cafeterías del Grupo y de las instalaciones de Mareo vuelvan a contar con ellos, tal y como asegura la nueva concesionaria del servicio, "La Buena Vida-Tonada S.L.". Los representantes sindicales recelan de dicho compromiso y han llegado a exigir al Grupo que, si los empleados de las cafeterías se ven perjudicados, sean asumidos como personal propio del Club. Algo a lo que la directiva de Corripio se ha negado en redondo

La directiva grupista sí señaló ayer que "estamos preocupados por el futuro laboral de los 19 trabajadores de la antigua cafetería y hemos mediado con la nueva arrendataria", pero insistió en que "no es una opción" que el Grupo les contrate. Asimismo critican la actitud de la CSI y piden disculpas a los socios por "las molestias causadas" por el corte de tráfico.