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IGNACIO URQUIZU | Diputado del PSOE en el Congreso y profesor de Sociología

"Podemos está más pendiente de las redes que de mejorar la vida de la gente"

"Javier Fernández es un referente, tiene un discurso sosegado y con contenido; debemos estarle muy agradecidos"

Ignacio Urquizu, ayer, en la Casa del Pueblo en Gijón. JUAN PLAZA

La Agrupación Socialista de Gijón recibió ayer la visita del diputado y profesor de Sociología Ignacio Urquizu (Alcañiz, Teruel, 1978) que analizó la situación política actual bajo el rótulo "La crisis de representación en España", título de su último libro.

-La gente vota y elige a sus representantes. ¿Por qué hay crisis de representación?

-Su punto álgido fue el movimiento 15-M y el "no nos representan" ¿Cómo llegamos al 15-M y sus consecuencias desde el punto de vista político para los ciudadanos? Resumiendo mucho, hubo una especie de desconexión entre lo que querían los ciudadanos y lo que luego hacían sus gobiernos. Con el PP se vio de forma más exagerada porque España, país de centro izquierda, en todas las encuestas la gente estaba a favor de subir impuestos a cambio de más servicios públicos y las políticas se han hecho en dirección contraria. Todas las democracias compartimos una crisis de intermediación, es decir, aquellos que han sido intermediarios entre representantes y representados tienen bastantes problemas.

-¿Qué problemas?

-La representación consiste en estar presente por alguien que está ausente pero una parte ya no lo son tanto, están en las redes sociales gracias a las nuevas tecnologías. Eso hace que los partidos, los sindicatos e incluso los medios de comunicación tengan que redefinir su papel en la sociedad.

-Ustedes gobernaban en el 15-M. ¿Qué no escuchó el PSOE de lo que pedía la gente?

-Faltó un debate sobre lo que se hacía. Cuando coges las encuestas, el 65% está a favor de la estabilidad presupuestaria, por tanto el Artículo 135 no es algo que la gente rechace. Llegará un momento en que debatamos cómo hacer la fiscalidad y poner sobre la mesa si es bueno o no tener déficit, ciclos, superávit. Debate con economistas, no para entretener sino para informar y formar. En democracia tan importante es votar como la deliberación y el debate, y en ese aspecto nos faltó un debate de más altura.

-Sobre la estabilidad, ¿la puerta a los presupuestos del PP está abierta?

-La estabilidad presupuestaria tiene que ver con el déficit y ya hemos aprobado el techo de gasto. Los presupuestos son otra cosa, es la política económica del Gobierno y es difícil pronunciarse sobre un texto que no conocemos. Hay que verlo, pero la melodía se parece mucho a los de estos últimos años y eso no nos gusta.

-Tras meses en funciones y ahora los partidos están en sus procesos internos. ¿La actividad parlamentaria es escasa?

-El foco mediático está en otra parte pero en los pocos meses de legislatura hemos visto subir el salario mínimo interprofesional, abrir una subcomisión para hacer un pacto por la educación, empezamos a desmontar la ley mordaza y la reforma laboral del PP o el bono social de la pobreza energética. El Congreso está en pleno funcionamiento y haciendo mucho a mucha velocidad. Es más entretenido hablar de candidaturas y menos de educación, sanidad o redistribución, pero la realidad no es así.

-¿Ve factible que la legislatura aguante hasta el final?

-Dependerá del PP, que tiene más peso en la responsabilidad y capacidad para convocar elecciones a partir de mayo. Soy optimista, no sólo por el grupo socialista, también por Ciudadanos o el PNV. Hay grupos en la Cámara con gran voluntad de diálogo, de llegar a acuerdos y hacer políticas, en plural. Con un parlamento fragmentado, sin mayorías absolutas, es posible y tenemos esa predisposición aunque no la comparten todos los grupos.

-¿Podemos no tiene voluntad de diálogo?

-Tienen poca voluntad de hacer políticas, no se les ve con capacidad de transformar la sociedad. Trajeron la famosa "Ley 25 de emergencia social" para acabar con la desigualdad y la pobreza y cualquiera que sepa algo al respecto sabe que era una chapuza. Hacer política en las instituciones es algo serio y Podemos está más pendiente de la opinión pública y las redes sociales que de mejorar la vida de la gente. Para eso debes ser riguroso y en Podemos gusta más que haya campañas electorales que leyes que permitan un sistema educativo estable en el tiempo.

-¿Si el PSOE quiere gobernar en España deberá ponerse de acuerdo con Podemos?

-No necesariamente. Si hace dos años nos dicen que una fuerza política nueva iba a tener cinco millones de votos y 70 escaños no lo creeríamos. Si ahora le digo que en dos años Podemos no existe es tan probable como que exista porque las cosas van a tal velocidad que nunca se sabe. Podemos ha tenido viento de cola pero la desafección ciudadana comenzará a ser menor. La política en la calle está bien durante un tiempo, pero si con eso no cambias la vida de las personas seguro que acaban percibiendo que no eres útil. Espero que el PSOE vuelva a tener 176 escaños para gobernar con nuestro programa. Espero que sea pronto.

-¿Qué opinión le merece Javier Fernández?

-Es uno de los referentes. Tiene un discurso sosegado y con contenido. Es un lujo que haya asumido algo tan difícil y costoso como es presidir la gestora. Debemos estarle muy agradecidos.

-¿Quién ocupará la Secretaría General?

-Primero tiene que haber candidatos y de momento están Patxi y Pedro. Creo en la autonomía, en la libertad y responsabilidad de mis compañeros pero lo que piense yo es irrelevante, lo relevante es qué piensan los militantes socialistas que deberán elegir a su futuro líder.

-¿Usted se dejará querer?

- No. A veces recibes el afecto de los compañeros y te dicen "oye, Ignacio, tú que eres un chico joven..." Pues eso. Soy joven, nuevo, estoy empezando, quiero aprender pero llevo poco tiempo. En la vida la prudencia es importante y soy persona prudente.

-Lidere quien lidere. ¿Está clara la hoja de ruta del PSOE?

-Tenemos que ajustar algunas clavijas pero no que reinventarnos.

- Sostiene que "la socialdemocracia está en crisis desde que nació".

-Crisis como cambio. Recorremos un camino con unos valores, principios y formas de entender la sociedad pero el camino cambia. No es lo mismo hacer socialdemocracia en España hoy que en los años 80. Ni la socialdemocracia para Lula en Brasil es igual a la de Hollande en Francia. No siempre se parece, ni en el tiempo ni en el espacio.

-Como sociólogo. ¿Cómo ve el marco internacional?

-Trump, Brexit, los referéndum de Colombia e Italia llegan porque existe una desafección enorme por el funcionamiento de la democracia y una cesión de soberanía a órganos supranacionales que desorienta a la gente. No encuentran liderazgos que marquen una salida y han decidido dar una patada en el culo al sistema. Muchos seguramente se han arrepentido al minuto. Los que creemos en las reformas y el progreso debemos ser capaces de canalizar ese descontento.

-¿Y los que no se arrepienten? ¿Teme una victoria de Marie Le Pen en Francia?

-Hace meses dije en una entrevista que no era posible que si EE.UU. votó a Obama ahora vote a Trump, así que no quiero hacer predicciones. Contendré la respiración pero sin perder el optimismo respecto a los franceses. De aquí a abril todos los europeos debemos involucrarnos en lo que sucede en Francia y decirles que todos estamos en lo mismo.

-¿Y si no pasase la izquierda a segunda vuelta?

-Ya elegimos a Jacques Chirac para evitar a Jean-Marie Le Pen. Si me hacen elegir entre un demócrata y alguien que no comparte los valores de la democracia, prefiero al demócrata.

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