Una franja de 27 kilómetros cuadrados entre la Zalia, al sur, y El Musel, al norte, es la zona en la que el Principado ha constatado mediante mediciones que se están superando los límites legales de contaminación atmosférica o que estima, aún sin tener la certeza, que se pueden estar superando esos límites. Se trata de un territorio en el que viven 22.000 vecinos de Gijón (Jove, Veriña, La Calzada y parte de Tremañes) y Carreño (Carrió y Pervera).

El plan de calidad del aire para la aglomeración de Gijón elaborado por la Consejería de Medio Ambiente apunta a que en esa zona también se incluyen importantes espacios de trabajo, como son la factoría de Arcelor Mittal, El Musel, la térmica de Aboño, la cementera de Aboño, los parques de carbones y los polígonos industriales de Bankunión 1 y 2, Tremañes, Somonte, La Peñona, La Juvería, Lloreda y Los Campones.

El documento señala que en 2016 ninguna estación de control de la red oficial, incluida la de la Avenida de la Argentina, superó los máximos legales de contaminación y tampoco la mayoría de las estaciones de control privadas, de las empresas. Como excepciones, la de Monteana, en la que 39 días se sobrepasaron los máximos permitidos y la de la Campa Torres, esta última con más superaciones de PM10 debido a la suma de aerosoles marinos y partículas de la actividad granelera portuaria. En el Lauredal también se han constatado altos niveles de contaminación, con una estación móvil del Principado.

El documento señala que en la estimación de la zona afectada por la contaminación se ha realizado con el principio de precaución, incluyendo no sólo las zonas donde hubo malos resultados en las mediciones, sino también aquellas donde no existe constancia del cumplimiento de la norma.