El Conservatorio de Gijón cuenta desde finales de año con cuatro profesores fijos dentro del área de Danza. Ha sido la primera vez que en Asturias se convocaban oposiciones para esta especialidad, y supone para los responsables del centro "un hito" en la labor de afianzamiento de los estudios profesionales de danza en la región. Tres profesores de Danza Clásica y una de Danza Contemporánea darán estabilidad de este modo a una modalidad que "aún sigue siendo poco conocida dentro del propio Principado".

Porque, como señalan los profesores Nekane Sáez, Susana González, Raquel González y Juan Martín, "es paradójico que mucha gente no sepa aún que puede cursar el grado superior de Danza en un centro público y gratuito", desde el que pueden, además, acceder al grado superior en disciplinas como Pedagogía o Interpretación y Coreografía. Por eso, la contratación por oposición de cuatro profesores fijos "es un paso importante a la hora de afianzarnos", en un momento en el que Gijón ya ha "exportado" a la primera promoción de estudiantes del grado profesional de Danza Clásica.

"Les va muy bien, siguen con su formación fuera y Gijón empieza a hacerse un nombre", sostienen los profesores, todos ellos formados en el ámbito internacional y establecidos ahora en el Conservatorio gijonés para "tratar de exprimir al máximo un recurso tan importante para el Principado como éste".

De hecho, el centro aspira a que el próximo curso se implante en la ciudad el grado elemental de Danza, una vieja aspiración que podría verse materializada el curso que viene. "Está solicitado a la Consejería, y nadie nos ha dicho aún que no", indican los docentes, ansiosos por "poder contar con un escalón más en la formación integral de los alumnos". Porque el hecho de contar con estudios elementales podría constituir una buena cantera para alimentar el grado superior, para "ir haciendo escuela". E incluso, indican los profesores, "implantarse de forma complementaria dentro del sistema educativo en el ámbito psicomotor o afectivo", apunta Juan Martín, habida cuenta del alto grado de demanda por parte de niños en edades inferiores que podrían encontrar en esta especialidad una formación complementaria.

El grado superior de Danza cuenta en Asturias en la actualidad con 36 alumnos, distribuidos en seis cursos. Ese año saldrán cinco nuevos graduados de la segunda promoción, y el centro se marca como reto el seguir atrayendo alumnos, especialmente chicos. Porque sólo cuatro de los alumnos son varones, cuando "en el resto de Europa la danza no tiene tanto sesgo de género", apuntan los profesores. Eso sí, "los pocos de tenemos tienen mucha calidad", sostiene el equipo educativo.

Los que se forman en el grado superior en Gijón aspiran a una carrera profesional, y para ello se preparan concienzudamente con entre 17 y 25 horas de clase a la semana. Unos estudios exigentes con la intención de "formar a bailarines con un buen nivel que puedan destacar a nivel nacional". Y con una cantera propia, mucho mejor.