Agalsa y sus empresas filiales, como Oxizinc, irán a la liquidación después de que hayan fracasado las negociaciones entre la compañía y su principal acreedor, Sogepsa, para evitar el cierre del grupo empresarial gijonés en el que trabajan unas 150 personas. La empresa presentará el próximo día 13 la solicitud de concurso de acreedores, cuyo desenlace será el de la liquidación de la sociedad ante la previsible "imposibilidad de alcanzar ningún convenio para el pago de las deudas ni cosa parecida", señaló ayer el abogado de la empresa, José Luis Menéndez Llana, de la asesoría Llana, Cossio y Colunga.

La empresa entró en serias dificultades el pasado mes de junio, cuando las entidades financieras le cerraron las líneas de crédito y comenzó a acumular impagos con proveedores y, en los últimos meses, con la plantilla. Los bancos cerraron el grifo después de que la sección séptima de la Audiencia Provincial fallara el pasado 30 de mayo a favor de Sogepsa en el pleito que la sociedad pública y Agalsa mantenían desde 2007 por el coste de los 55.000 m2 que la empresa había adquirido en el polígono de Lloreda, una parcela colindante a la de 80.000 m2 sobre la que se levantan las naves de Agalsa. Lo que en principio iba a permitir la expansión de la empresa, acabó en desastre.

El contrato no era claro respecto a quién tenía que hacerse cargo de determinados costes para la urbanización de la parcela, como los movimientos de tierra. Agalsa entendía que correspondían a Sogepsa y en base a ello dejó de pagarle la última cuota de la compraventa, 2,81 millones de euros. La sentencia le da ahora la razón a Sogepsa, con lo que esa deuda, incrementada con los intereses legales y las costas se eleva a 4,5 millones de euros.

El año pasado Agalsa había llegado a un principio de acuerdo con Sogepsa para abonarle la deuda, con facilidades de pago. Algo que acabó siendo imposible después de que la compañía se encontrara con problemas de liquidez por no poder acceder a créditos.

Así las cosas, la semana pasada, representantes de Agalsa, acompañados de un empresario interesado en adquirir más del 50% de la sociedad, mantuvieron una reunión con la presidenta de Sogepsa y consejera de Infraestructura, Belén Fernández y con otros representantes de Sogepsa, entre ellos Javier Álvarez Pereiro (consejero delegado de Sogepsa desde el pasado martes).

La propuesta que les trasladó Agalsa fue que Sogepsa les condonase la deuda a cambio de la devolución de 20.000 m(2), de la parcela de Lloreda, quedándose Agalsa con los otros 35.000 m(2), la parte proporcional a los 4,2 millones de euros más IVA que ya había abonado a Sogepsa por la compra.

La oferta de Agalsa se analizó el pasado martes en la reunión del consejo de administración de Sogepsa, en la que fue rechazada. En su lugar, los consejeros aprobaron, y así fue comunicado a Agalsa, que Sogepsa daría por zanjada la deuda a cambio de la devolución de los 55.000 m(2) en total y que aún así Sogepsa saldría perdiendo.

"En esas condiciones es imposible la viabilidad de la sociedad. Nos han dado con la puerta en las narices", señala Menéndez Llana, quien agrega que Agalsa compró a 120 euros el m(2) y ahora Sogepsa está vendiendo parcelas en Lloreda a 80.

La postura de Sogepsa es distinta. Además de apuntar que la dación en pago de la parcela para zanjar la deuda se condicionó "a que realmente sirviese para garantizar la continuidad de la empresa" y mostrarse abiertos al diálogo "para analizar las implicaciones del citado acuerdo", se apunta que pese a la delicada situación de la propia Sogepsa esta sociedad ya había llegado a un acuerdo transaccional para el abono de la deuda en varios años, algo en lo que "a posteriori" Agalsa dio marcha atrás para intentar llegar a un acuerdo con el conjunto de acreedores, señalan desde Sogepsa.

La deuda con la que Agalsa entrará previsiblemente en concurso de acreedores supera los 11 millones de euros: Los 4,5 millones con Sogepsa, otros 4,5 millones garantizados hipotecariamente con los bancos y el resto con suministradores, además de dos nóminas adeudadas a la plantilla.

Agalsa ha recurrido en casación ante el Tribunal Supremo la sentencia favorable a Sogepsa. Aún en el caso de que la ganase, llegaría tarde para salvar a la empresa.