Su nombre, Mimmö, ya da pistas. Se trata de un nuevo local de Roces que busca marcar tendencia en la oferta gastronómica local y regional. Al frente del negocio están Tomy Estébanez y Mario Álvarez, quienes tienen claro que buscan elaborar platos para llevar, pero platos en los que estén siempre presentes ingredientes de calidad y se perciba que están hechos con mimo, cuidando al máximo todos los detalles.
Mimmö nace con la intención de elevar el nivel gastronómico de los "delivery" o comida para llevar en Asturias. Tras el éxito de Padrino, comida sobre masa, que está situado desde hace tres meses en el número uno en Gijón en el portal web TripAdvisor y que cuelga el cartel de completo casi a diario, Tomy Estébanez y Mario Álvarez decidieron emprenden un nuevo proyecto con el que pretenden acercar esa cocina cuidada y elaborada con ingredientes de calidad a las casas.
Este establecimiento, abierto ayer en Roces, contará con unas pocas mesas para los clientes que quieran consumir allí, pero su vocación principal será que los gijoneses puedan pedir comida para llevar, así como dar servicios a barrios a los que tradicionalmente cuesta mucho tiempo llegar, como son Viesques, Roces o Montevil. Ayer, viernes, abrió sus puertas en Roces, frente a La Cooperativa, y el teléfono no dejó de sonar. No puedo tener un mejor comienzo de andadura.
Bajo el subtitulo de "Fast Good" ofrecen desde hamburguesas black angus con un pan especial y con un buen gramaje, hasta las pizzas que han triunfado en el Padrino o un perrito de gochu asturcelta con patatas, pasando por ensaladas premium o fish and chips con crema de jalapeños.
Estos jóvenes empresarios han logrado un éxito notable en su anterior apuesta gracias a una fórmula infalible: precios amables, una sonrisa permanente de los empleados y mucho mimo en todo lo que hacen. Ahora pretenden repetir tan buena aceptación con unos tintes más informales y acercando hasta los hogares sus creaciones, todas ellas basadas en ingredientes de primera calidad.
La ubicación, en el primer piso de la gasolinera de Cepsa en Roces, debajo de los campos de la Federación, llama la atención. Y sorprende positivamente, ya que, tras subir las escaleras y adentrarse en su comedor, uno se transporta a un auténtico gastrobar con una bonita decoración e iluminación, con cocina a la vista, buena carta de vinos, cuidadas cañas y todo lo que un "foodie" puede esperar. Así que ya sea para consumir en casa o para degustar allí "in situ", desde ayer ya existe una nueva opción gastronómica interesante en Gijón, y tiene pinta que dará mucho que hablar. Y que comer.
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