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Sube la rula, y más los filetes

Los pescaderos ven como un estímulo el incremento de descargas en la lonja en un tiempo de cambios en el consumo: "Ahora hay que saber filetear y dar recetas"

Candelaria de León y Gonzalo García, en su pescadería, con una rareza de pixín. MARCOS LEÓN

"En esta ciudad se vendió y se vende el pescado. Y cuanto más producto haya en la rula mejores escaparates podremos enseñar cada día y más atractivos resultaremos para el comprador". El pescadero gijonés Gonzalo García, con 38 años de experiencia en el sector y uno de los portavoces de los minoristas en la ciudad, confirmó ayer el estímulo que supone para los pescaderos que la lonja gijonesa haya cerrado el año entre las de más crecimiento de descargas del país. Aunque todo es mejorable. "Es de valorar que 2016 se haya cerrado con buenos números pero nunca hay que perder de vista de dónde partíamos y en los últimos años la tendencia era mala", sostiene. Y aún así, aclara, "en la rula nunca se dejó de vender. Todas las descargas que se exponen se venden, salvo contadísimos casos. Porque en esta ciudad se compra pescado y se pide calidad".

De ahí que para Gonzalo García sea importante consolidar ese crecimiento, que en algún momento debería llevar a hacer posible que "se rule todos días. Porque ese es un problema que tenemos, que en la lonja hay venta para nosotros los minoristas los lunes, los miércoles y algo los jueves, cuando se puede. Y muchas veces no es suficiente. Nosotros necesitamos cambiar el mostrador a diario porque eso atrae a los compradores, aunque igual no lleguemos a vender más. Deberíamos poder ofrecer a diario gallos, merluza, pixín, mirlotos... lo más variado", para lo cual, explica, se depende de los barcos de arrastre gallegos "porque la flota local es escasa no, lo siguiente".

Y ¿qué se vendió en los mostradores de Gijón en 2016? "Lo mismo que toda la vida. No pueden faltar las parrochas, bocarte, chicharrín, gallos de pareja del día, algo de pixín..." enumera. Y según el barrio salen más o menos "besugos, lubina, salmonetes... aunque eso tiraba más antes en todos los sitios".

Respecto al producto nuevo que en esta última década pueda estar entrando en las cocinas locales, Gonzalo García sostiene que "lo nuevo, respecto a hace veinte años, son los filetes. Las necesidades del consumidor son diferentes, y eso repercute en la pescadería. La 'muyerina' que cocinaba a diario está en extinción y lo que se busca es poca complicación. De ahí que se quiera el producto fileteado, sin vísceras, limpio, sin espinas ni piel y listo para cocinar". García defiende que con la excepción de algunas especies que tuvieron una entrada masiva por la importación y bajo valor nutricional, "se pueden ofrecer buenos productos fileteados". Y para eso "tenemos que reciclarnos, reinventarnos: hoy hay que saber filetear y ofrecer recetas fáciles para dar salida al pescado", afirma. Otro apunte de veterano: "también aumentó la venta de merluza que es un pescado excepcional de sabor".

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