El concurso de acreedores de Agalsa y el ERE para despedir a la totalidad de su plantilla está creando ha derivado en un escenario de tensión entre estos trabajadores, que se ven con un pie en la calle, y los de Oxizinc, filial de Agalsa que mantiene su producción y a la que no afecta el ERE. Tanto la empresa matriz como su filial comparten instalaciones en la misma nave de Lloreda, en Tremañes. Los trabajadores llevan desde el pasado 15 de enero montando guarida en las instalaciones de Agalsa las 24 horas del día, turnándose para permanecer a las puertas de la empresa, en especial para bloquear la salida de material. El anuncio de la compañía de que va a despedir a los 102 trabajadores de Agalsa, pero no a los 28 de Oxizinc ha dividido a la plantilla.

La compañía solicitó ayer la intervención de la Policía para que el personal de Oxizinc pudiera descargar de un camión 24 toneladas de polvo de zinc suministradas por Asturiana de Zinc. Los trabajadores de Agalsa no pusieron ningún tipo de resistencia y el camino quedó despejado para la entrada del material ante la mirada de los trabajadores afectados por el ERE y con discusiones entre ellos y personal de Agalsa. El camión llegó a la fábrica cerca de la una de la tarde. Hoy está previsto el embarque del material descargado ayer, ya transformado en óxido de zinc, con destino a un cliente fabricante de neumáticos. En la tarde de ayer estaba trabajando la totalidad de la plantilla de Oxizinc, encerrados dentro de la nave mientras sus compañeros incluidos en el ERE aguardaban afuera.

Los trabajadores de Agalsa señalan que su principal interés es impedir que se saque maquinaria de la factoría o se dañe la cuba de galvanizado, que con 16 metros de largo, 2,5 de ancho y 4 de fondo es la mayor galvanizadora de España y la tercera mayor de Europa. Temen que la compañía quiera aprovechar el zinc líquido que almacena esa cuba para transformarlo en Oxizinc y que eso acabe dañando la instalación, explican trabajadores de la compañía.

La única posibilidad que ven de que algún inversor se interese por comprar la empresa, en vez de liquidarla, pasa por que se mantenga en perfectas condiciones esa parte de la instalación.

La dirección de la empresa ha recriminado a los trabajadores que hayan bloqueado la entrega de pedidos de Agalsa. La plantilla prefiere que todo llegue a manos del administrador concursal, ante la desconfianza respecto a la dirección.

Agalsa solicitó el pasado lunes al juzgado de lo mercantil número 3, con sede en Gijón, la declaración de concurso voluntario de acreedores para la liquidación de la empresa. También presentó un ERE para la extinción de los contratos de sus 102 trabajadores. Agalsa no ha solicitado, en cambio, la liquidación para su filial Oxizinc ni ERE para sus 28 trabajadores.

Oxizinc tiene sus instalaciones en el interior de la nave de Agalsa en Lloreda, Produce fundamentalmente óxido de zinc, para lo que puede adquirir su materia prima directamente a Asturiana de Zinc o a otras empresas galvanizadoras, aparte de Agalsa.

Agalsa ha entrado en concurso de acreedores con un pasivo cercano a los 12 millones de euros, de los que 4,5 millones se corresponden con una deuda con Sogpesa por el impago de parte del precio de una parcela de 55.000 metros cuadrados aledaña a la factoría, más los intereses legales y las costas judiciales, que son el resultado de un pleito de varios años respecto a si determinados costes de urbanización de la parcela le correspondían al comprador a el vendedor. El mayo pasado la Audiencia Provincial dio la razón a Sogepsa.

Esa deuda con Sogepsa, además del vencimiento en julio de otros 4,6 millones de deuda con bancos, que rechazaron reestructurar la deuda y conceder nuevas líneas de crédito para que la empresa pudiera comprar sus materias primas, acabaron desembocando en un preconcurso de acreedores y ahora en el concurso para la liquidación.

Los trabajadores sostienen que Agalsa es viable y esperan que el administrador concursal busque un comprador para la empresa. El industrial asturiano que se había interesado por Agalsa se echó atrás después de que la compañía y Sogepsa no llegaran a un acuerdo.