El juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón acaba de aceptar el concurso voluntario de acreedores solicitado hace días por los propietarios del restaurante La Llorea Golf de la ciudad. Los dueños de este establecimiento de hostelería situado en las inmediaciones del campo de golf municipal aseguran que los problemas económicos por los que atraviesa el negocio -cerrado por vacaciones desde hace varias semanas-, no les van a impedir cumplir con los banquetes y los compromisos que había contratados para los próximos días.

La empresa asegura que estos días las cuentas del restaurante están siendo sometidas a una auditoría. Al parecer la firma arrastra desde hace meses una deuda de más de medio millón de euros. Una cantidad que, según fuentes cercanas a la gerencia de este restaurante, es completamente asumible si se tiene en cuenta que la empresa cuenta actualmente con activos valorados en más de tres millones y medio de euros.

Como muestra de la apuesta por el futuro del negocio, los dueños del restaurante La Llorea Golf aseguran que en los últimos meses han aportado capital a la empresa para garantizar la viabilidad de la firma. No se descarta, eso sí, que en un futuro cercano se tenga que "repensar el modelo de negocio" con ajustes que podrían afectar a las instalaciones o a los trabajadores de este conocido restaurante. El estudio de viabilidad y las órdenes del administrador concursal nombrado por el juzgado para controlar las cuentas de la empresa marcarán el camino para que La Llorea Golf pueda salir del concurso de acreedores y retomar su actividad.

Las diversas fuentes consultadas ayer por este periódico indicaron que la crisis económica por la que ha pasado el sector local de la hostelería en los últimos años fue especialmente grave en el caso de La Llorea Golf, ya que al descenso de clientes en este caso hubo que sumar el cierre del hotel que se encontraba en el mismo complejo hostelero, en el año 2012. "La gente asociaba a que había cerrado el hotel y que le había pasado lo mismo al restaurante y bajaron mucho las ventas desde entonces", señalaron ayer fuentes cercanas a la empresa que explota el restaurante.