Cuatro folios de papel y un clip les han bastado a los alumnos del IES Bernaldo de Quirós, de Mieres, para hacerse con el primer premio de la I Edición de la Friendly Competition. Se trata de un desafío lanzado a nivel mundial por la empresa Sacyr Fluor entre los empleados de sus oficinas en todo el mundo, y que este año como novedad se ha puesto en marcha también en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón para despertar vocaciones entre los futuros ingenieros, los que aún están en Secundaria.

Básicamente se trataba de diseñar y crear un prototipo para transportar nieve -representada con bolitas de porexpan- hasta la base de una estación de esquí ficticia en la base de una montaña asturiana. Y para crear los artefactos los equipos participantes sólo tenían a su disposición una caja de material de oficina: veinte folios de papel, celo, una goma de borrar, diez pinzas, seis gomas elásticas, cuatro lapiceros, una cuerda de tres metros, ocho clips metálicos, dos imanes, seis chinchetas y dos vasos de plástico de café. Con esta materia prima y toda la imaginación del mundo se disputaron ayer el premio un total de catorce equipos de alumnos de Educación Secundaria Obligatoria de Gijón, Oviedo, Avilés, Mieres, Candás, Ribadesella y Llanera.

Y al final, casi sin gasto de material, el equipo de Mieres ideó "una cuchara extensible que es capaz de cargar mucha cantidad de nieve y con muy poco gasto en material", explicaban ayer Sergio Rodríguez, Andrea Muñoz, Noelia Martín y Juan Valdés, los integrantes del equipo, que ya a primera hora de la tarde, tras elaborar su ingenio, se veían "ganadores, porque no hemos gastado apenas". Uno de los puntos de valoración del jurado era, precisamente, el de utilizar de forma ingeniosa el material, sin gastos extra. Porque en el concurso cada tipo de material tiene un coste, y lo más "caro", por ejemplo, era el celo para pegar las diferentes partes de los artefactos.

Los mierenses llevaban preparando su aparato "dos meses, con ensayos en las últimas cuatro clases de Tecnología", explicaban orgullosos de un ingenio "muy resistente y barato". En segundo lugar quedó el equipo del Colegio Loyola de Oviedo, y en tercer lugar el IES Avelina Cerra de Ribadesella.

Todos los estudiantes se esmeraron al máximo en ofrecer soluciones, como el teleférico ideado por Miranda Blanco, Malena Domínguez y Lu Pan, del IES Aramo; la catapulta pensada por los alumnos del IES Jimena, y el cañón de aire diseñado por los alumnos del Codema Juan Iglesias, Diego Infiesta, Darío Rico y Javier Sánchez. Una solución parecida a la que pensó el equipo de Víctor Gabaldón, del Colegio de la Asunción, que sólo llevaba folios y celo.

Al final, todos resultaron un poco ganadores. Porque, como apuntaba Alejandro Calvo, de Sacyr Fluor, "hemos sobrepasado con creces las expectativas, las propuestas nos han dejado con la boca abierta".