La concejala de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Ana Montserrat López Moro, recordó ayer a los trabajadores de la Administración municipal que deben conocer la toponimia tradicional gijonesa y "utilizarla" en las tramitaciones correspondientes. Así está recogido en la ordenanza local y en un decreto del año 2006. "Está para cumplirlo", aseguró. Hizo también un llamamiento a vecinos y periodistas, entre otros colectivos, para que empleen los nombres ya consensuados según la revisión de hace once años.

López Moro hizo esa llamada en la presentación de la campaña de toponimia "Llámalo pol nome, ye lo normal", que dio a conocer junto a la responsable de la Oficina de Normalización Llingüística, María Xosé Rodríguez, en el Día internacional del idioma materno. El planteamiento es que el conocimiento de los nombres tradicionales de los lugares "ayuda a saber y valorar la propia historia y el patrimonio cultural".

López Moro hizo resaltar la necesidad de "respetar" y "proteger" las lenguas autóctonas. A su juicio, el bilingüismo aporta una gran potencialidad a las comunidades que tienen dos o más lenguas. El asturiano está protegido por ley en el Principado, pero, a diferencia del castellano, no es idioma oficial.

"Los nombres tradicionales dicen mucho de los gijoneses", señaló la concejala. Ésta indicó que la nueva campaña está dirigida a todos los vecinos. "Vamos a ponerla en marcha de forma escalonada", dijo, por su parte, Rodríguez, quien explicó algunos de los contenidos de la iniciativa: desde un calendario, hasta carpetas, bolsas o un tríptico explicativo. Está prevista la divulgación a través de las redes sociales, más en concreto de Facebook, con explicaciones sobre etimología e historia de cada uno de los topónimos. Y en el Antiguo Instituto se desarrollarán juegos sobre el tema similares a los que se hicieron en Mercaplana.

El plan de normalización lingüística aprobado para el período 2016-2019 incluye varias medidas referentes al uso de la toponimia tradicional. Con la campaña "Llámalo pol nome, ye lo normal", se trata de dar cumplimiento a las líneas de trabajo recogidas en ese texto.