Terminales Portuarias Franco-Españolas (Terpor), empresa que gestionaba en El Musel la terminal de la autopista del mar entre el puerto gijonés y el francés de Montoir de Bretagne (Saint-Nazaire-Nantes), ha presentado su renuncia a la concesión al considerar que la terminal no va a tener actividad. La renuncia de Terpor, propiedad de Andrés Monreal Iglesias, se produjo dos semanas antes de que el empresario gijonés Rafael Riva Meana reconociera ante los medios de comunicación que no había conseguido financiación para reactivar la conexión marítima, que había sido suspendida en septiembre de 2014 por la naviera francesa LD Lines, alegando que la misma no era rentable sin subvenciones.

En un escrito fechado el pasado 16 de enero, Monreal comunicaba al director del Puerto, José Luis Barettino, que "me veo en la obligación de solicitar de la Autoridad Portuaria de Gijón la extinción por mutuo acuerdo de la concesión otorgada a Terpor", ante las últimas noticias sobre el proyecto de Riva, que aseguró haber conocido a través de los medios de comunicación.

El empresario renuncia "al entender que en el periodo concesional restante no va a haber de nuevo actividad en la terminal, lo que supondría, en la práctica, una causa de extinción sobrevenida no prevista en el concurso de la concesión de la que tanto la Autoridad Portuaria como esta concesionaria no son en modo alguno responsables". Terpor llevaba más de dos años manteniendo la concesión y pagando tasas por la misma, a pesar de que carecía de actividad tras la suspensión del servicio por LD Lines.

La renuncia a la concesión por parte de Terpor se produjo solo seis días después de que la empresa hubiera solicitado al Puerto una reducción del espacio en concesión. Lo hizo el pasado 10 de enero al considerar "que en ese momento se estaban buscando soluciones alternativas de armador para reanudar el servicio" que había sido suspendido por LD Lines.

La UE había aprobado subvenciones para Terpor, al igual que El Musel, el puerto francés de Montoir y la empresa Transportes Riva, para facilitar la reactivación de la linea marítima, proyecto que no cuajó al no haber comprado Riva el ferry necesario para el servicio.