Escuelas universitarias, centros educativos, grupos de investigación, equipamientos públicos singulares que van desde un hospital a un jardín botánico, un gran complejo cultural, espacios deportivos, centros tecnológicos y empresas... muchas empresas. Todo esto da vida a la denominada Milla del Conocimiento, que se ha convertido con el paso de los años en un polo económico muy potente tanto para Gijón como para toda Asturias conjugando ciencia, tecnología e innovación. El engranaje de la Milla tiene un buen presente y unas perspectivas de futuro positivas pero ello no quiere decir que no haya defectos que superar y retos que acometer. A enumerarlos se dedica parte de un informe elaborado por las firmas Pisa y Vorago como paso previo a impulsar un plan de trabajo de apoyo y consultoría desde la administración municipal. No hay que olvidar que las acciones sobre la Milla del Conocimiento son uno de los compromisos incluidos en el pacto de concertación social "Gijón crece", firmado por el Ayuntamiento con la patronal y los sindicatos mayoritarios.
Este informe recién presentado sobre la actividad empresarial en la Milla del Conocimiento se establece a partir del reconocimiento y estudio de 102 empresas activas -95 sociedades, 5 empresarios individuales y 2 centros tecnológicos- que emplean a más de 3.100 personas. Son empresas jóvenes -el 61% no sobrepasan la barrera de los 10 años y una de cada tres tienen menos de tres años de antigüedad- y de pequeño tamaño -seis de cada diez son microempresas- pero con una gran capacidad para generar negocio. Según los datos del informe, el 73% de esas firmas cerró el año 2015 con beneficios. Un ejercicio en el que desde la Milla del Conocimiento gijonés se generaron 100,9 millones de euros de valor añadido bruto, lo que representa el 5% del PIB de Asturias. Un 76% de las empresas de ese entorno están por encima de la media nacional en productividad respecto a su tamaño.
¿Dónde están los peros? El informe alerta, por ejemplo, del reto pendiente de dar el salto al mercado internacional. La propia composición de la Milla con empresas jóvenes, de reciente creación y pequeño tamaño justifican esa falta de internacionalización pero los expertos entienden que es un elemento clave para la competitividad de las empresas de servicios. Otro elemento para la reflexión en el informe es el reconocimiento de que, en muchos casos, "hay una falta total de estructura comercial" y se necesita personal que tenga cierto conocimiento técnico pero sobre todo habilidades comerciales. "La comercialización de los productos es uno de los principales problemas encontrados para la puesta en valor de la I+D+I en el entorno de la Milla", se puede leer en este informe inicial.
Además, se necesita techo y suelo -sobre todo techo- en ese espacio geográfico para garantizar tanto la ubicación de nuevas empresas como el crecimiento de las ya existentes. El informe desvela que quienes ya están en la Milla no quieren abandonarla pese a que económicamente es sensiblemente más cara que otra ubicación. Les compensa la capacidad de la zona para atraer talento y el propio plus que da el entorno en los mecanismos de toma de decisiones. Aunque el Ayuntamiento tiene en marcha proyectos de expansión del Parque Tecnológico en la antigua Pecuaria y la finca de La Formigosa, los expertos entienden que la falta de disponibilidad de espacio a corto plazo es otra barrera para el crecimiento estructural de la Milla. En cuanto a las ayudas y programas públicos en apoyo de la innovación se reconoce que hay "pero seguramente son ineficientes" porque los grandes esquemas de financiación de la I+D+I están planteados para proyectos largos en el tiempo.
