La baja profesionalización, tanto en los recursos humanos como en la gerencia de los negocios, el pequeño tamaño de la mayoría de las empresas y la baja tasa de innovación son algunos de los elementos que lastran el desarrollo del sector servicios en la ciudad. Así se desprende de un informe elaborado por la consultora Pisa como elemento de diagnóstico previo a la puesta en marcha desde el ámbito municipal de un programa de consolidación empresarial. El informe se ha elaborado a partir de un universo de 2.626 empresas de los tres subsectores de comercio, hostelería y servicios a las empresas y las personas. Aunque en el registro inicial de la Agencia Local de Promoción Económica realizado con el censo del impuesto de actividades económicas (IAE) hay muchas más se optó por depurar las que facturaban más de diez millones de euros y las que tenían su poder de decisión fuera de Gijón para plantear un escenario más real de las necesidades del sector en la ciudad.

La gran heterogeneidad del sector hace que computen desde pequeños comercios minoristas a grandes ingenierías. A la hora de plantear porcentajes el epígrafe de comercio y las reparaciones se lleva el 45% del total (un 22% el comercio minorista, un 18% el mayorista y un 5% las reparaciones) a un 44% llegan las empresas de servicio (28% los servicios a empresas frente a un 16% de los servicios a las personas) y a la hostelería le corresponde el 11% (10% a restauración y 1% a hospedaje).

Tanto por número de empresas como por capacidad de generación de empleo y facturación, el sector servicios tiene un peso específico importante en el tejido empresarial local. El informe habla de "un valor económico del sector que supera los 2.444 millones de euros", que se asienta en las empresas de servicios a las empresas, que facturan el 43% del total. De hecho, hay 9 empresas de servicios técnicos de ingeniería que por si solas ya generan el 32% de la cifra de negocios total. En el comercio mayorista hay 15 empresas que computan el 26% de la facturación y en el minorista 8 que facturan el 30% del total de su ámbito. Todas ellas pertenecen al comercio de productos industriales no alimenticios.

Por número de asalariados se destaca que 6 de cada 10 empresas tienen menos de 10 trabajadores y dos de cada diez menos de 20. De hecho, el 30% del tejido está formado por empresas de menos de 5 trabajadores. Esa realidad se deja ver sobre todo en el comercio minorista. No hay que olvidar que comercio y hostelería son dos de los sectores considerados refugio para la creación de autoempleo en tiempos de crisis. Y ello supone, o así lo ven los firmantes del informe, que muchos de los negocios se pone en marcha desde "la necesidad o la desesperación", con prisa y basándose más en la corazonadas que en los estudios previos. De aquí la importante tasa de mortandad en el sector. Una mortandad contra la que se intentará luchar desde este programa de consolidación empresarial que quiere promover , además, facilitar la sucesión en firmas ya existentes. Se ha detectado en Gijón un gran numero de empresas pequeñas pero consolidadas y con una buena posición en el mercado que están abocadas al cierre por la falta de relevo generacional. Este es un planteamiento que ya se indicaba en el pacto de concertación social "Gijón crece", que es el paraguas que acoge éste y otros informes de trabajo sobre los diferentes sectores de la economía local.

La profesionalización tanto del personal como de los responsables del negocio es otro reto al que enfrentarse en el sector servicios. Sobre todo porque la baja profesionalidad detectada entre ellos choca con un cliente -persona o empresa-que cada vez tiene más conocimientos y exigencias. Uno de los factores que limita la capacidad de organización y gestión por parte de los responsables es la gran atomización de ese tejido empresarial gijonés.

Otro elemento digno de reflexión para los firmantes de este documentO es la baja tasa de innovación que se detecta en los tres subsectores. Los expertos no sólo han detectado que no se conoce el concepto sino que se desconfía "y se sigue pensando que es algo que solo tiene que ver con las grandes empresas". De cara a una consolidación de las firmas y a la mejora de su competitividad se deberían considerar la innovación una inversión clave. Y para ella se trabajará en la idea de dotar a las empresas de las herramientas y tecnologías necesarias, además de conseguir la capacitación en materia de recursos humanos.