International Opera Studio (IOS) está a punto de dar portazo y abrir colaboración con otra ciudad española para desarrollar buena parte de la actividad que, en los dos últimos veranos, acogió Gijón. "Las negociaciones están ya muy avanzadas", aseguró ayer un portavoz de la citada institución, considerada pionera en España en la labor de descubrir y ofrecer una primera salida profesional a futuras estrellas de la ópera.

Los responsables de Opera Studio no ocultan su malestar por la deriva de la relación con Divertia, la empresa municipal gijonesa de quien depende la vinculación de IOS con Gijón. La subvención local a esta actividad ha pasado de los 50.000 euros que se aprobaron en el año 2015, a los 15.000. Además, Divertia dejaba a esta escuela operística de verano el 80 por ciento de la taquilla de las dos representaciones comprometidas para el teatro Jovellanos.

"Nos hemos encontrado con la desagradable sorpresa de que todo ha ido a peor", manifestaron las fuentes mencionadas. Ese disgusto no ha dejado de crecer en las últimas semanas. De ahí que se haya buscado la opción de ofrecer la iniciativa a otra ciudad española. Opera Studio no quiso ayer dar más pistas. Y se insistió en el mismo planteamiento: "La relación con Divertia no es la mejor, así que algo tenemos que hacer".

Según Opera Studio, esta entidad ha pedido a Divertia el contrato de vinculación de la actividad con Gijón, pero, por lo apuntado ayer, sin ningún éxito: "Pedimos ese contrato hace meses, pero no sabemos nada".

International Opera Studio se presentó a principios del año 2015. Detrás de la iniciativa estaban tres gijoneses: el embajador Antonio Segura; el maestro José Gómez y Javier Fernández de la Vega, que fue su primer director gerente. La idea era convertir Gijón en una escuela o cantera operística con clases magistrales durante el verano y el montaje de dos óperas.

Los primeros cantantes, jóvenes ya formados y en algunos casos con importantes premios, llegaron a Gijón a mediados de junio del 2015. Habían sido seleccionados en audiciones internacionales que se verificaron en Madrid, Milán y Nueva York. En aquella primera edición participaron 132 artistas de 23 países. El bautismo fue con "L'elisir d'amore", de Donizetti. La falta de contratos para cantar estos títulos en otras ciudades ha afectado a la viabilidad del proyecto.