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Pulpos y mimos para neonatos

Una veintena de voluntarias tejen muñecos de crochet que se van a distribuir por unidades de prematuros de toda España

Unos voluntarios, tejiendo. MARCOS LEÓN

Algunas de las voluntarias que acudieron ayer por la tarde al "Mimosa Café Lanar" no conocían a sus compañeras. Otras, ni sabían tejer. Sin embargo, cuando lo importante es la intención, todo suma. El motivo de la quedada era tejer "pulpitos solidarios", los pequeños peluches que media España está haciendo ahora para que la asociación catalana "Noupops" los distribuya por unidades de Neonatología de muchos hospitales del país. El HUCA entre ellos. Los peluches, según dicen los expertos, facilitan y mejoran la vida de los bebés neonatos que se agarran a sus tentáculos como antes hacían al cordón umbilical de sus madres. Y es así como los "pulpitos" estimulan a los recién nacidos, mejorando su respiración y su tasa de oxígeno en sangre.

La gijonesa Laura Menéndez, dueña del café-lanar, quiso aportar su granito de arena organizado dos "quedadas solidarias" de tejedores, ayer viernes y hoy sábado. Espera reunir a unas 50 personas y ve factible "conseguir 20 pulpitos al día". Lo más importante es ir con ganas de aprender o enseñar. Algunas de las voluntarias no saben cómo tejer y fueron instruidas por las más veteranas en el mundo del crochet. Clea Redondo está empezando a aficionarse al ganchillo. "Aunque no creo que salga un pulpito de mis manos, vengo para aprender porque es una actividad entretenida", asegura Redondo, quien piensa que es una gran iniciativa "porque lo más fácil sería dar una cantidad económica, pero esta es una forma mejor de aportar de tu granito de arena. Cada voluntaria hará un pulpito diferente y eso es también lo bonito", manifiesta.

Loreto Delgado supo de la iniciativa por primera vez en un programa de televisión y "cuando leí que había una reunión en Gijón no dudé en venir". Además, ejerce de "maestra" y enseña cómo deben de ser los pulpitos para que cumplan la normativa europea. "Tienen que tener todos el mismo material y el mismo tamaño", declara. Dice que "en un par de horas siendo habilidoso puedes tejer un animalito", pero "en este ambiente tardamos un poco más porque estamos hablando y tomando café", que siempre retrasa. Una vez que las voluntarias han tejido los pequeños peluches es el turno de Laura Menéndez de mandarlos a la asociación a la que ayuda para que ésta los revise y compruebe que reúnen las condiciones óptimas. Y de ahí, a los hospitales. Los bebés prematuros también aceptan pequeños pulpos como animal de compañía.

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