Una solución parcial y provisional que intenta solventar los problemas de aparcamiento de los residentes de la zona centro hasta que entre en vigor el nuevo Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura, que tiene en marcha el Ayuntamiento. Así ha presentado a los vecinos el nuevo director de Tráfico, Ignacio Díaz, su plan para reordenar la zona azul en el centro urbano. Un plan que hace desaparecer la zona 2 de la ORA -la que más pérdida de aparcamiento en superficie sufrió en los últimos tiempos por los procesos de peatonalización- integrando una parte en la actual zona 1 y otra en la zona 3. La nueva frontera la marcará el eje de las calles Langreo, Moros y Jovellanos.

La idea es buscar un mayor equilibrio entre las plazas y las tarjetas de residente que permiten acceder a esas plazas. Según los últimos cálculos, y teniendo en cuenta que la zona 1 tiene nuevos espacios, la suma de las zonas 1, 2 y 3 genera 676 plazas para 562 tarjetas. ¿Cual es el cambio? Pues que ahora hay 300 tarjetas para 408 plazas en la zona 1 y 130 tarjetas para 164 plazas en la zona 3 pero los 132 poseedores de tarjeta de la zona 2 tienen que luchar por solo 104 plazas. En esta zona la ratio de plaza por tarjeta se queda en 0,79. Con la nueva solución la ampliada zona 1 ofertará 468 plazas a 367 residentes con tarjeta y 208 plazas para 195 tarjetas habrá en la nueva zona 3. Son ratios de plaza por tarjeta por encima de 1 en ambos casos.

El diseño actual de la zona ORA se estructura en 13 zonas de aparcamiento limitado en las que reside una población de unas 65.000 personas, la mayor parte en el centro urbano. Desde su puesta en funcionamiento hasta este año la oferta ha pasado de 7.300 a 4.856 plazas, muy afectada por los cambios urbanísticos en la ciudad. La bajada del 33,5% en la oferta de plazas en la última década es muy superior al descenso del 14% en la demanda de tarjetas para residentes.