La tensión política que se lleva viviendo en el seno de la Corporación gijonesa desde hace más de un año a cuenta de la declaración, primero, y revocación, después, de Gijón como espacio libre de apartheid israelí da hoy el salto a las calles de la ciudad con motivo del enfrentamiento de las selecciones española e israelí de fútbol en El Molinón. La cita deportiva es sobre las nueve de la noche pero dos horas antes los quince colectivos que conforman la plataforma "Tarjeta roja a Israel" han convocado una manifestación que irá de la plaza del Parchís a la plaza de Cocheras por el Muro de San Lorenzo.

Separar el evento deportivo de la reivindicación política y respetar la capacidad de movilización del tejido asociativo local al margen de su Ayuntamiento fueron mensajes que se lanzaron ayer desde unos grupos políticos municipales envueltos en la polvareda de un boicot a Israel que el fútbol ha convertido en un fenómeno nacional. El propio equipo de gobierno forista de Carmen Moriyón sintió la obligación de emitir un comunicado asegurando que "el boicot a Israel quedó revocado en Gijón el 9 de marzo". Ese fue el día en que el Pleno, a partir de una moción de urgencia avalada por Foro y PSOE -y que sólo votaron ellos ya que el resto de los concejales abandonaron el salón de plenos al entender que la moción se había tramitado de manera irregular -revocaba el acuerdo tomado en enero del año anterior por mayoría con los votos de PSOE, Xixón Sí Puede. Desde Foro se asegura que nunca estuvieron de acuerdo con la decisión de convertir a Gijón en concejo libre de apartheid israelí. Su voto en el primer Pleno fue de abstención.

"En todo este proceso hay una cosa que se hizo fatal y fue explicar lo que se aprobó en el Pleno de enero de 2016. Sólo hay que leer el contenido del acuerdo para ver que en ningún sitio se habla de negarse a hacer acuerdos o realizar contratos que tengan que ver con Israel, y menos a albergar partidos de fútbol", aseguraba el socialista José María Pérez para quien "si aún hubiera dudas o la intención de algunos de generarlas, se zanjaron con el último Pleno". Pérez separó la "posición oficial de la ciudad que es la tomada en el Pleno de respeto a la legalidad internacional" de la responsabilidad de quienes "promuevan manifestaciones ciudadanas. En eso nosotros (por el PSOE) ni entramos ni salimos. No participamos en estos actos de protesta". Para Pérez hay "interés de los que están en dos extremos opuestos de utilizar torticeramente el asunto para generar más conflicto"

"Queremos que haya un buen espectáculo de fútbol, que la gente se divierta y que España gane por goleada pero eso no es contradictorio con decirle a un país que no respeta los derechos humanos. Es bueno que el Estado de Israel reciba el mensaje de que queremos que se respeten los derechos de los palestinos", indicaba el portavoz de IU, Aurelio Martín, tras recordar que "es tradición que los países autoritarios hayan usado el deporte como escaparate. Incluso España cuando era un país autoritario". Martín adelantó que la "manifestación será cívica, pacífica y para resaltar esos valores".

Muy similar fue la reflexión, realizada desde Bruselas, del portavoz de Xixón Sí Puede. "Nos alegramos de que Xixón albergue un evento de la selección española pero no podemos dejar de lado que el rival de España es Israel. Junto a Izquierda Unida y el PSOE suscribimos en su momento una declaración que, al igual que la ONU o la Comisión Europea, exige a Israel que cumpla los derechos humanos en Palestina", explicó Mario Suárez del Fueyo. El portavoz de XSP recordó que "es legítimo que la sociedad civil organice sus acciones" y mostró su deseo de "una victoria de la selección española".

Quienes más se opusieron a este boicot de Gijón a Israel y más alertaron sobre el daño a la imagen de la ciudad fueron PP y Ciudadanos. Desde el Grupo Popular, su portavoz Mariano Marín, reivindicaba "enfriar el ambiente que se está formando y afrontar el partido como lo que es, un partido de fútbol. Vamos a buscar que los ciudadanos se lo pasen bien en un evento de alta calidad deportiva y dejar de meterse en cuestiones políticas que no vienen al caso. Eso es enredar y fastidiar por fastidiar".

Y desde Ciudadanos, el edil y portavoz José Carlos Fernández Sarasola, hacía un "llamamiento a la responsabilidad de todos para no mezclar deporte con política. Tiene que ser un día para disfrutar con nuestra selección, y con este espíritu acudirán miles de gijoneses a El Molinón. Estamos convencidos de que con su actitud volverán a mostrar que Gijón, contrariamente a lo que una minoría quiere dar a entender, es una ciudad abierta y tolerante".