Rotundo y sin pelos en la lengua, Santiago Abascal, presidente de Vox, partido que se quiere situar "a la derecha de todos las fuerzas que hay en el congreso" y que cree que "el PP de Rajoy representa a la socialdemocracia", no eludió ninguno de los temas más polémicos en su visita a Gijón. Ayer impartió una charla en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón junto con Rocío Monasterio, responsable de asuntos sociales de Vox, y Rodolfo Espina, responsable del partido en Asturias.

En una entrevista realizada por este diario, Abascal no duda en referirse de forma contundente a la situación en Cataluña. "Allí no se aplica la ley desde hace mucho tiempo y eso tiene consecuencias letales. Veo de manera muy crítica lo que está haciendo el gobierno de la nación, que es nada, y creo que debería suspender la autonomía de Cataluña y dejar que los jueces actuaran con libertad. Debería haberse aplicado nuestro Código Penal, haberse juzgado a los sediciosos en Cataluña, los que están preparando un golpe de Estado. Artur Mas y Puigdemont deberían estar detenidos y en prisión", manifestó.

Tampoco eludió la polémica del autobús de "Hazte Oír", organización señalada por su controvertido autobús que enseñaba un mensaje considerado por muchos como discriminatorio hacia el colectivo transexual. "Nosotros apoyamos la libertad de expresión de Hazte Oír, que ha puesto sobre la mesa un debate muy importante: la crítica de la ideología de género, ésa que dice que el sexo se elige y es el que uno decide tener. Es decir, uno no nace varón, no nace hembra sino que es lo que quiere, y eso valdría para todo. Lo decía el gran filósofo Gustavo Bueno: 'Usted se siente registrador de la propiedad pero no es. Usted tiene un problema'", expresa en la entrevista.

Igualmente no deja de lado la situación en su País Vasco natal. "Lo que pasa en mi tierra es que ETA está agazapada, no necesita asesinar para que avance su agenda política. Ha vuelto a las instituciones, intentan negociar el acercamiento de los terroristas a cárceles vascas, pero en cuanto vean que sus objetivos de secesión son inviables, volverán a las andadas, porque el odio permanece", asegura este político que dice no importarle que le tilden de "extrema derecha" o "populista".